Miles de personas se encuentran en una situación desesperada en el campo de refugiados de Jabalia, Gaza, debido a los ataques de las fuerzas israelíes, según informó Médicos Sin Fronteras (MSF) el pasado viernes.

Esta situación se produce una semana después de que Israel comenzara una ofensiva cuyo objetivo declarado es impedir la reagrupación de Hamas.

En los ataques del viernes, al menos 34 palestinos murieron en diversos puntos de la Franja de Gaza, siendo Jabalia el lugar donde se registraron casi la mitad de las víctimas.

Este campamento, que alberga a una gran cantidad de desplazados, ha visto aumentar la intensidad de los bombardeos, lo que ha dejado a muchos de sus habitantes sin opciones de escape.

La coordinadora de MSF, Sarah Vuylsteke, advirtió que "nadie puede entrar o salir; quienes lo intentan son disparados".

Entre los atrapados se encuentran cinco miembros del personal de MSF, quienes se encuentran en una situación crítica.

Un conductor de la organización, identificado como Haydar, expresó su angustia: "No sé qué hacer; en cualquier momento podríamos morir.

La gente está pasando hambre.

Tengo miedo de quedarme aquí, y también de salir".

Los informes médicos del medio oficial palestino Wafa indican que al menos 15 de los muertos en Jabalia desde el amanecer del viernes fueron resultado de bombardeos que impactaron diversas áreas, incluyendo una escuela que servía de refugio para los desplazados.

Gaza: Los hospitales al borde del colapso por falta de combustible y suministros médicos

Hospitales en la devastada Gaza se quedarán sin combustible para alimentar los generadores vitales en tres días. La única central eléctrica de la zona ha cerrado. El Subministro de Salud de Gaza advierte que las camas y suministros médicos están al borde del agotamiento. Médicos Sin Fronteras ha donado suministros. Tres semanas de suministros se han utilizado en tres días, según MSF.

Las fuerzas israelíes, además de atacar Jabalia, han enviado tropas a las localidades cercanas de Beit Hanoun y Beit Lahiya.

Mientras tanto, Hamas ha declarado que continuará defendiendo su territorio ante los ataques, mientras Israel justifica sus operaciones como esenciales para la seguridad nacional y el control de las acciones de Hamas.

Los funcionarios de salud palestinos han reportado, hasta el momento, al menos 130 muertes desde el inicio de esta ofensiva.

La situación se agrava aún más con las órdenes de evacuación emitidas por el ejército israelí, que han dejado atrapadas a más de 400,000 personas, según estimaciones de la ONU.

Funcionarios de las Naciones Unidas han expresado su preocupación de que la ofensiva israelí y las órdenes de evacuación en el norte de Gaza puedan interrumpir la campaña de vacunación contra la polio, que se tiene previsto iniciar la próxima semana.

Esta crisis humanitaria se suma a las dificultades que ya enfrentan los habitantes de Gaza, que han soportado años de bloqueos y enfrentamientos.

La comunidad internacional ha clamado por una solución pacífica y humanitaria a esta situación cada vez más desesperada.