Una modalidad fraudulenta conocida como 'task scam' está dejando millones de euros en pérdidas globalmente, aprovechándose de quienes buscan trabajos sencillos y ganancias rápidas en línea.

Esta estafa se aprovecha de la necesidad de muchas personas de obtener ingresos adicionales o de encontrar empleo en un mercado laboral cada vez más precario y flexible.
Supuestamente, los delincuentes envían mensajes no solicitados a través de plataformas populares como WhatsApp, Telegram, SMS o redes sociales, ofreciendo trabajos fáciles que prometen dinero rápido por realizar tareas aparentemente simples.
Estas tareas incluyen dar 'Me gusta' a publicaciones, evaluar productos o completar acciones en sitios web falsos que simulan ser plataformas legítimas.
A través de estos canales, los estafadores crean un primer contacto con las víctimas, quienes, al aceptar participar, ven cómo su saldo virtual aumenta a medida que cumplen con las tareas.
Para dar mayor credibilidad a su engaño, los delincuentes suelen incluir a las víctimas en grupos de usuarios donde supuestamente otros participantes comparten sus experiencias y ganancias, afirmando haber obtenido sumas significativas de dinero.
Sin embargo, cuando la víctima intenta retirar sus ganancias, los estafadores alegan que para desbloquear el dinero debe realizar un pago previo, generalmente en criptomonedas.
Tras el pago, las ganancias jamás llegan y el dinero desaparece, dejando a la víctima sin recursos.
Expertos en seguridad digital
Expertos en seguridad digital, como Josep Albors, director de investigación y concienciación en ESET España, explican que estas #estafas están diseñadas para parecer oportunidades laborales legítimas.
Juegan con las expectativas de quienes buscan empleos extras o ingresos rápidos, empleando técnicas de gamificación para enganchar emocionalmente a las víctimas.
Además, los estafadores suelen incluir a los afectados en grupos donde otros supuestos usuarios comparten sus supuestos éxitos, creando una ilusión de legitimidad.
La proliferación de estas estafas se ha visto favorecida por la normalización del trabajo remoto y la creciente confianza en plataformas de reclutamiento en línea, muchas de las cuales carecen de filtros adecuados para detectar fraudes.
La sofisticación de los mensajes y sitios web fraudulentos también ha aumentado, en parte gracias al uso de inteligencia artificial, que permite crear páginas web y perfiles falsos cada vez más convincentes.
Supuestamente, solo en 2022, estos #fraudes habrían generado pérdidas que superan los 240 millones de euros en todo el mundo, siendo América, Europa y Asia las regiones más afectadas.
La historia de estas estafas no es nueva; ya en los años 2000, con la expansión de Internet, proliferaron esquemas similares que explotaban la desesperación y la ilusión de muchas personas por mejorar su situación económica.
Desde las instituciones y empresas de ciberseguridad advierten que la mejor manera de protegerse es desconfiar de ofertas laborales que parecen demasiado buenas para ser ciertas, no realizar pagos por adelantado y verificar la legitimidad de las plataformas antes de compartir datos personales o bancarios.