Durante un operativo policial en Filipinas, se rescataron a personas que fueron engañadas para trabajar en un centro de estafa romántica.
En un mega operativo policial realizado en Filipinas, se rescataron a cientos de hombres y mujeres que fueron engañados para trabajar en un centro de estafa romántica.
Las autoridades descubrieron un complejo de 10 hectáreas ubicado a unos 90 kilómetros al norte de Manila, donde los individuos fueron reclutados bajo la promesa de trabajos bien remunerados.
Una vez en el lugar, les confiscaban sus pasaportes y los obligaban a participar en diversos esquemas de estafa en línea, enfrentando la violencia en caso de negarse.
Se reveló que parte de la operación consistía en estafas románticas, conocidas como operaciones de “destace de cerdos”, haciendo referencia a la práctica agrícola de engordar cerdos antes de sacrificarlos.
Las personas atractivas eran reclutadas bajo la promesa de empleo, solo para ser obligadas a vender inversiones fraudulentas después de establecer relaciones románticas con sus víctimas.
Según Winston Casio, portavoz de la comisión presidencial contra el crimen organizado, los atrapados en el centro eran obligados a enviar mensajes cariñosos a sus víctimas, haciéndoles preguntas sobre su día y lo que estaban comiendo.
Desmantelada una red de estafa que utilizaba datos de clientes para comprar productos electrónicos
Operación conjunta de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra logra la detención de cuatro personas que utilizaban datos de más de 100 clientes de una compañía telefónica para adquirir fraudulentamente productos electrónicos por más de 150.000 euros.Además, tenían que enviar fotos en línea para cultivar una relación sólida antes de persuadir a las víctimas a invertir en esquemas falsos, criptomonedas o empresas.
El complejo fue descubierto por la policía después de que un hombre vietnamita escalara la pared para escapar y alertara a las autoridades.
A sus treinta años, llegó a Filipinas en enero tras conseguir un empleo como chef, pero pronto descubrió que el trabajo no existía y se convirtió en víctima de trata de personas.
Casio mencionó que presentaba signos de tortura, incluyendo electrocución.
El año pasado, las autoridades de Filipinas allanaron un centro similar en Las Piñas, continuando con su lucha contra este tipo de delitos que afectan a la población vulnerable.