El empresario Jared Isaacman lidera un innovador viaje espacial, donde se propone la primera caminata espacial privada y alcanzar nuevos récords de altitud.
En el emblemático Cabo Cañaveral, un audaz multimillonario ha regresado al espacio con el desafío de llevar a cabo la primera caminata espacial privada de la historia.
Jared Isaacman, el empresario de tecnología detrás de esta misión, ha decidido compartir los costos de esta aventura con SpaceX, lo que incluye el desarrollo y prueba de nuevos trajes espaciales diseñados para soportar las condiciones extremas del vacío espacial.
Este extraordinario evento se llevó a cabo el día de hoy cuando Isaacman, junto a dos ingenieros de SpaceX y un ex piloto de los Thunderbirds de la Fuerza Aérea, fueron lanzados en un cohete Falcon 9 de SpaceX, despegando antes del amanecer en Florida.
La caminata espacial está programada para el jueves, a la mitad de un vuelo que durará cinco días.
Un aspecto único de esta misión es que, si todo se realiza según lo planeado, será la primera vez que ciudadanos privados realicen una caminata espacial.
Sin embargo, a diferencia de las caminatas realizadas por astronautas profesionales, los aventureros no se alejarán de la cápsula, ya que esta se despresurizará durante dos horas para la actividad extravehicular.
Desde que la ex Unión Soviética abrió su escotilla en 1965, las caminatas espaciales han sido exclusivamente dominio de astronautas entrenados.
Actualmente, estas actividades son comunes en la Estación Espacial Internacional, otro logro destacado del programa espacial.
Antes de lanzarse a esta aventura, el equipo tiene como objetivo alcanzar una órbita nunca antes lograda, a 1,400 kilómetros de altitud, superando el récord anterior establecido durante el programa Gemini de la NASA en 1966, donde solo 24 astronautas del proyecto Apolo han viajado más lejos que esta misión.
La misión no solo es ambiciosa, sino que también implica riesgos significativos; incluso en la altitud más baja de 700 kilómetros, el terreno estará lleno de radiación extrema y escombros.
Durante diez horas en esta altitud, el equipo probara sus trajes personalizados, los cuales presentan un diseño distintivo con blanco y negro, lo que añade un toque de estilo a su aventura.
Durante la caminata, Isaacman y Sarah Gillis, ingeniera de SpaceX, se turnarán para asomarse brevemente por la escotilla y mover sus cuerpos, poniendo a prueba la funcionalidad de sus trajes en un entorno adverso.
Este evento marca un nuevo capítulo en la exploración espacial privada, mostrando cómo los avances tecnológicos y la colaboración entre empresas pueden abrir nuevas puertas en la conquista del espacio.
La hipotética salida al vacío podría convertirse en un hito que inspire a futuros aventureros a seguir los pasos de Isaacman, llevando la exploración privada más allá de los límites conocidos y abriendo un nuevo horizonte en la era espacial.