El presidente francés Emmanuel Macron arribó a la isla de Nueva Caledonia en un gesto de apoyo tras los violentos disturbios que han sacudido al archipiélago del Pacífico.
En un importante acto de apoyo a la isla de Nueva Caledonia, el presidente francés Emmanuel Macron llegó a la isla tras los recientes disturbios que han afectado gravemente al archipiélago del Pacífico.
Macron, quien habló brevemente con los reporteros después de su llegada al Aeropuerto Internacional La Tontouta, ubicado a unos 50 kilómetros de la capital de Nueva Caledonia, Noumea, afirmó que considera prioritario lograr un retorno a la calma.
Macron expresó su deseo de estar al lado del pueblo y ver un regreso a la paz, la tranquilidad y la seguridad lo antes posible.
Además, planea reunirse con las autoridades locales para discutir los recursos necesarios para reparar los daños causados por los días de tiroteos, incendios provocados y otra violencia que ha dejado al menos seis personas fallecidas y un rastro de destrucción que se estima en cientos de millones de euros.
"Discutiremos cuestiones de reconstrucción económica, apoyo y respuesta rápida, además de las cuestiones políticas más delicadas, a medida que hablamos sobre el futuro de Nueva Caledonia", dijo.
"Al final del día, se tomarán decisiones y se harán anuncios".
Al ser preguntado por un reportero si creía que una visita de 12 horas era suficiente, Macron respondió: "Veremos.
No tengo límite". Macron también informó que se han desplegado 3000 agentes de seguridad en Nueva Caledonia, los cuales permanecerán allí el tiempo que sea necesario, incluso durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de verano que París y otras partes de Francia albergarán a partir de finales de julio.
Aunque señaló que no cree que el actual estado de emergencia deba ser extendido, indicó que sólo se levantará si todos los líderes políticos piden que se retiren las barricadas y los bloqueos en las carreteras.