Oficiales electorales estadounidenses están llevando a cabo simulacros de tiroteo activo y entrenamiento de combate para prepararse para posibles actos de violencia antes de la revancha entre Donald Trump y el presidente Joe Biden este año.

Oficiales electorales estadounidenses se están preparando activamente para posibles actos de violencia antes de la próxima elección presidencial entre Donald Trump y el presidente Joe Biden.

Con siete meses hasta la elección presidencial - y Trump ya sembrando dudas sobre su legitimidad - los jefes de elecciones estatales se están preparando para lo que anticipan será una carrera feroz por la Casa Blanca en noviembre.

En Carolina del Norte, la jefa de elecciones Karen Brinson Bell dijo que los trabajadores han sido entrenados en cómo desescalar tensiones en los lugares de votación, y el estado ha intensificado los esfuerzos para educar a los votantes sobre la información errónea y desinformación.

En el estado de Washington, se han revisado los protocolos de manejo de votos postales después de que el personal electoral previamente recibiera sobres que contenían polvo blanco y otros materiales sospechosos.

En Nuevo México, se restringirán las armas en los centros de votación con la esperanza de reducir la intimidación a los votantes y los actos de vigilantes.

Y en Arizona, el Secretario de Estado Adrian Fontes ha coordinado simulacros de tiroteo activo para los trabajadores electorales, junto con kits de combate que incluyen torniquetes para detener hemorragias y objetos para bloquear puertas en caso de que ciudadanos enojados intenten irrumpir en los centros de votación.

Un experto en informática forense en la Universidad de California en Berkeley estudia un video deep fake del CEO de Facebook Mark Zuckerberg.

"Los crecientes desafíos de desinformación, amenazas físicas y riesgos de ciberseguridad han llevado a Arizona a adoptar una postura agresiva en cuanto a la seguridad electoral", dijo un portavoz al ser preguntado sobre las drásticas medidas.

Esta elección presidencial será la primera desde el ataque al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, cuando los partidarios de Trump - convencidos de que el resultado estaba amañado - intentaron detener la certificación de la victoria de Biden.

Dos de los cuatro juicios penales que enfrenta Trump se relacionan con sus intentos de derrocar los resultados de la elección de 2020, sin embargo, el ex presidente continúa afirmando que el resultado fue "robado" y alienta a sus seguidores en sus mítines a darle una victoria contundente este año que sea "demasiado grande para ser amañada".