Las encuestas muestran un estrecho empate entre los candidatos a la presidencia de EE. UU., Kamala Harris y Donald Trump, en varios estados clave.

Nueva York: A dos semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las encuestas comienzan a reflejar un panorama cada vez más ajustado.

La Vicepresidenta Kamala Harris y el ex presidente Donald Trump se encuentran prácticamente empatados, sin que ninguno de los candidatos logre superar a su oponente por ni siquiera un punto porcentual, según el promedio de encuestas de The New York Times en cinco estados clave: Pensilvania, Míchigan, Nevada, Wisconsin y Carolina del Norte.

En estados como Carolina del Norte, Pensilvania y Míchigan, la ventaja de cualquiera de los candidatos no supera los 0.2 puntos porcentuales.

Esto implica que ninguno de ellos puede aspirar seriamente a la presidencia sin ganar por lo menos uno de estos estados.

Este ajuste en las encuestas destaca que la distancia entre “liderar” o “perder” por 0.2 puntos puede parecer notable, ya que podría dar la impresión de que uno de ellos está ganando o perdiendo.

Sin embargo, es importante recordar que las elecciones no se definen por las encuestas, sino por la decisión de los votantes.

Por lo tanto, una ventaja o desventaja de 0.2 puntos en promedio de las encuestas realmente no es suficiente para determinar quién está ganando, aunque sí puede parecer significativo.

La realidad es que las encuestas no poseen la precisión necesaria para que una ventaja de 0.2 puntos represente información valiosa.

Por lo tanto, la situación se puede considerar como un empate técnico.

Factores históricos también juegan un papel importante en el contexto actual.

En elecciones anteriores, las encuestas a menudo han tendido a subestimar o sobreestimar a uno de los candidatos en varios puntos porcentuales.

Si esto se repite en el presente ciclo electoral, cualquiera de los dos candidatos podría proclamarse ganador con una victoria sorpresiva.

A medida que se acerca el día de las elecciones, la tensión en el ambiente político se intensifica.

Las campañas se ven obligadas a redoblar esfuerzos en los estados más competitivos, donde cada voto cuenta.

Las intervenciones de ambos candidatos en esos territorios se han intensificado, buscando no solo ganar apoyo, sino también persuadir a los indecisos.

Con menos de dos semanas por delante, el rumbo de la carrera presidencial se muestra incierto.

Los estados clave, que ahora son el centro de atención de los candidatos, se preparan para recibir sus visitas.

Los votantes, por su parte, se enfrentan a la crucial tarea de decidir entre dos visiones muy distintas para el futuro del país.

Si bien la estrecha contienda entre Harris y Trump refleja una nación dividida, también revela la importancia del proceso democrático y el poder del voto, que en última instancia determina el rumbo del país.