En la recta final de la campaña presidencial estadounidense, la batalla entre el expresidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris se intensifica.

Ambos candidatos se preparan para un crucial debate programado para el martes, y las encuestas indican que la competencia es muy ajustada.

Un sondeo nacional realizado por The New York Times en colaboración con Siena College muestra a Trump liderando ligeramente a Harris, con un 48% frente a un 47%. Sin embargo, esta diferencia está dentro del margen de error del 3%, lo que sugiere que el enfrentamiento está totalmente abierto.

La situación actual refleja la dinámica de la carrera electoral tras la retirada del presidente Joe Biden de la reelección.

A pesar de los meses difíciles que pudo haber atravesado Trump, su apoyo entre los votantes parece ser notablemente sólido.

Las encuestas en los siete estados clave que decidirán la presidencia también reflejan una contienda reñida, con Harris empatando o manteniendo un estrecho liderazgo sobre Trump.

Los próximos ocho días son cruciales en la campaña, dado que este ciclo electoral es el más corto en la historia moderna de Estados Unidos.

Ambas partes tienen poco margen para influir en la opinión pública.

Mientras que la percepción de Trump se ha estabilizado y es mayormente conocida, Harris aún se enfrenta a la dificultad de que un considerable porcentaje de la población no tiene información suficiente sobre ella.

De hecho, la encuesta reveló que un 28% de los votantes encuestados afirmaron que necesitan conocer más sobre la vicepresidenta, en comparación con solo un 9% que siente que necesita más información sobre Trump.

Estos datos sugieren una composición del electorado que podría ser más flexible de lo que aparenta.

Entre aquellos que consideran a Harris, muchos esperan aclarar sus dudas antes de tomar una decisión definitiva.

Más de dos tercios de estos votantes expresaron interés en conocer las políticas de Harris específicamente.

Dawn Conley, una empresaria de 48 años en Knoxville, Tennessee, quien se muestra inclinada hacia Trump, expresó: “Es difícil decidir cuando no sabes cuáles son los planes de la otra parte”.

La elección del próximo presidente de los Estados Unidos es no solo una contienda entre Trump y Harris, sino también un reflejo del clima político del país.

Desde que la vicepresidenta asumió el cargo, ha jugado un papel crucial, especialmente en temas relacionados con la comunidad afroamericana y los derechos de las mujeres, lo que la convierte en una figura con potencial de movilización entre ciertos grupos de votantes.

A medida que se aproxima el debate, ambos candidatos deberán utilizar este espacio para presentar sus propuestas y conectar con aquellos que aún no han tomado una decisión firme.

Con las encuestas tan reñidas y el tiempo limitado, la próxima semana será decisiva para el futuro político de ambos, poniendo ante la mirada del electorado sus visiones para el país.