A medida que se acercan las elecciones en Estados Unidos, las encuestas muestran un panorama incierto en los estados clave. Donald Trump parece fortalecerse, mientras que Kamala Harris enfrenta obstáculos en su campaña.

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A tres semanas de las elecciones en Estados Unidos, las encuestas reflejan un estancamiento en las preferencias electorales en los estados cruciales que decidirán la presidencia.

Actualmente, todos los candidatos están dentro del margen de error, lo que deja un panorama incierto.

Sin embargo, se puede observar una tendencia clara: Donald Trump parece estar consolidando su apoyo popular.

El ex presidente transita un momento en el que parece convencido de que está en camino a la victoria.

Por otro lado, Kamala Harris no ha logrado despegar y, según el analista de CNN David Axelrod, "la carrera ha alcanzado una meseta". Si bien Harris no ha retrocedido en las encuestas, tampoco ha conseguido establecer una ventaja clara que la posicione como la favorita para la victoria el próximo 5 de noviembre.

Este punto es crucial ya que, en comparación con las campañas de 2016 y 2020, Harris se encuentra en una situación similar a la de Hillary Clinton, aunque con una desventaja de dos puntos respecto a lo que fue el decisivo margen de Biden en 2020.

A medida que los días avanzan, quedará claro quién se eleva y quién se hunde en esta contienda.

Lo sorprendente es que Trump ha alcanzado un pico de apoyo a pesar de estar en un momento crítico de su campaña.

Con un discurso cada vez más extremista y autoritario, su base de apoyo se ha energizado aún más después de un reciente mitin en el mismo lugar donde un atentado casi le cuesta la vida hace dos meses.

Durante este evento, Trump expresó: "Los que intentaron detenernos... me han calumniado, me han sometido a un juicio político, me han acusado, e incluso intentaron sacarme de la boleta, y quién sabe, tal vez incluso intentaron matarme".

En sus discursos, Trump no se detiene, especialmente en su tema más controvertido: la inmigración.


Asegura que la apertura de las fronteras ha traído consigo delincuentes.

Sus comentarios sobre la situación en Detroit, donde arremetió contra la ciudad al decir que "todo el país se convertirá en Detroit si ella [Harris] es su presidenta", se convirtieron rápidamente en anuncios de campaña de Harris.

La tensión con los medios también ha aumentado.

Trump arremetió contra CBS por una entrevista con Harris, insinuando que deberían quitarles la licencia.

Es evidente que el ex presidente aspira a recuperar su posición en la Casa Blanca para tener la posibilidad de silenciar a sus oponentes mediáticos.

No obstante, la situación no necesariamente indica que la votación para Trump esté aumentando.

Más bien, la votación para Harris no está viendo un incremento que le otorgue una ventaja en los estados que necesita.

Aunque Harris cuenta con el apoyo de las mujeres, enfrenta desafíos en captar el voto de los hombres, especialmente en la comunidad afroamericana.

Barack Obama, en un discurso reciente en Pittsburgh, instó a los hombres a reflexionar sobre la elección de una mujer como presidenta, resaltando la falta de energía y participación en comparación con sus propias campañas.

Obama recordó a su equipo que "no hemos visto el mismo tipo de energía y participación en todos los sectores de nuestras comunidades como cuando yo estaba compitiendo", y subrayó la importancia de no dejarse llevar por la desilusión.

Estos desafíos son representativos de un momento electoral complejo en el que ambos candidatos luchan por atraer a diferentes segmentos del electorado.