Un violento incidente en una pelea de gallos en Ecuador culminó con al menos 12 personas muertas tras un ataque de hombres armados vestidos como militares, desatando preocupación y estado de excepción en la zona.

Una tragedia de gran magnitud ocurrió en la frontera entre las provincias de Manabí y Santo Domingo en Ecuador, dejando un saldo de al menos 12 personas fallecidas en un ataque armado que sorprendió a la comunidad local.
La madrugada del viernes 18 de abril, un grupo de delincuentes armados y vestidos con uniformes que simulaban ser militares ingresó a un recinto donde se llevaba a cabo una pelea de gallos, un evento tradicional en la región que suele congregar a numerosos asistentes.
Sin embargo, esa noche, la celebración se tornó en una escena de terror.
Las cámaras de seguridad del lugar captaron el momento exacto en que, al menos cinco atacantes ingresaron rápidamente y comenzaron a disparar contra el público.
La grabación muestra cómo los asistentes, en su mayoría aficionados a las peleas de gallos, intentaron refugiarse, pero la violencia fue implacable.
Las balas impactaron en varias personas, dejando un saldo de 12 víctimas fatales y varios heridos graves. La violencia desatada fue tan brutal que incluso en medio del caos, algunos asistentes lograron escapar, mientras que otros quedaron atrapados en la confusión.
Este hecho trágico ha generado una gran conmoción en Ecuador, donde las autoridades están en alerta máxima. Actualmente, la provincia de Manabí, donde ocurrió el ataque, se encuentra bajo un estado de excepción decretado por el gobierno, con el objetivo de reforzar las medidas de seguridad y combatir la creciente violencia vinculada al narcotráfico y al crimen organizado.
La región, conocida por su actividad agrícola y su tradición en eventos culturales, ahora enfrenta un clima de inseguridad alarmante.
Las investigaciones preliminares indican que los atacantes podrían pertenecer a la banda criminal conocida como Los Lobos, que tiene presencia en varias zonas del país y que ha sido vinculada a otros episodios de violencia.
Además, se ha sabido que los hombres armados usaron réplicas de uniformes militares, una práctica cada vez más común entre los grupos armados que buscan intimidar a la población y evadir controles de seguridad.
Candidato presidencial ecuatoriano asesinado en un acto de campaña
Un candidato presidencial ecuatoriano conocido por su lucha contra la corrupción ha sido asesinado durante un mitin político en la capital del país sudamericano, en medio de una ola de violencia alarmante. Las autoridades informaron que Fernando Villavicencio, crítico vocal de la corrupción y del crimen organizado, fue asesinado el miércoles en un evento de campaña en Quito. Las investigaciones apuntan a traficantes de drogas como responsables de este aumento de violencia en la nación andina.Por su parte, la policía ecuatoriana hizo un llamado a la ciudadanía a colaborar con información que permita identificar a los responsables. A través de su cuenta en la red social X, la institución solicitó ayuda a quienes tengan datos sobre los autores o posibles implicados en el atentado.
Se estableció una línea confidencial para recibir denuncias anónimas, reforzando así su compromiso de esclarecer el caso y llevar a los responsables ante la justicia.
En cuanto a las pérdidas económicas, medios locales informaron que los atacantes lograron sustraer aproximadamente 20,000 dólares, que estaban destinados a ser entregados como premios en el evento de peleas de gallos.
La cifra, convertida a euros, sería cercana a los 18,000 euros, y representa un golpe adicional a la economía informal que rodea estas actividades tradicionales.
Este incidente no solo evidencia la violencia que azota a Ecuador en diferentes regiones, sino que también pone en evidencia la presencia de grupos criminales que operan con total impunidad, disfrazados con uniformes falsificados y armamento de alto calibre.
La historia del país está marcada por episodios similares en las últimas décadas, donde la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado ha sido una constante.
El gobierno ha prometido reforzar las acciones de seguridad y trabajar en estrategias para devolver la tranquilidad a las comunidades afectadas. Sin embargo, la población exige medidas concretas y una mayor presencia policial en zonas rurales y eventos tradicionales que, como en este caso, se ven vulnerables ante los ataques de bandas armadas.
La memoria de hechos similares en el pasado, como la violencia en las zonas fronterizas durante los años 2000, sigue vigente y motiva a las autoridades a actuar con firmeza para evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse en el futuro.