Washington: El candidato presidencial republicano, Donald Trump, ha lanzado una advertencia contundente, sugiriendo que aquellos que estén involucrados en comportamientos cuestionables en relación con las elecciones de 2024 podrían enfrentar largas penas de prisión.

Sin presentar pruebas concretas, insinuó que la elección podría ser robada, lo que ha generado una ola de condenas por parte de funcionarios electorales que señalan que tal retórica podría incitar a la violencia.

Las declaraciones de Trump, realizadas en una publicación en redes sociales el pasado sábado (domingo en horario AEST), se han interpretado como una señal clara de que podría no aceptar el resultado electoral en noviembre si los resultados no le favorecen.

Durante un evento de campaña en el Aeropuerto Central de Wisconsin, Trump estuvo visiblemente animado, pero sus palabras dejaron un mensaje inquietante.

Históricamente, Trump ha sido conocido por criticar a las autoridades electorales y por levantar acusaciones infundadas de fraude cuando se siente en desventaja política.

Actualmente, está inmerso en una reñida contienda electoral con la Vicepresidenta Kamala Harris.

Sus comentarios representan una de las amenazas más directas que ha hecho contra quienes están encargados de administrar las elecciones este año.

A pesar de las afirmaciones de Trump, el voto ilegal es extremadamente raro en Estados Unidos.

Sin embargo, parece estar repitiendo una táctica conocida, intentando sembrar dudas sobre la legitimidad del proceso electoral, tal como lo hizo antes de las elecciones de 2020. Estas acciones contribuyeron a la trágica y violenta jornada del 6 de enero de 2021, cuando un grupo de sus seguidores asaltó el Capitolio en un intento de revertir los resultados de las elecciones de 2020.

"CUANDO GANE, aquellos que HACEN TRAMPAS serán perseguidos hasta el máximo de la ley, lo que incluirá largas penas de prisión para que esta depravación de la justicia no vuelva a ocurrir," escribió Trump el sábado en su plataforma Truth Social.

“No podemos dejar que nuestro país se convierta en una nación del Tercer Mundo, ¡Y NO LO HAREMOS!"

Iniciando su mensaje con las palabras "CESE Y DESISTA", Trump continuó amenazando a una amplia gama de personas que podrían enfrentar cargos y prisión, incluidos donantes de campaña y aquellos que administran elecciones.

"Por favor, tengan en cuenta que esta exposición legal se extiende a abogados, operativos políticos, donantes, votantes ilegales y funcionarios electorales corruptos," advirtió, añadiendo que esas personas serán 'buscadas, atrapadas y procesadas a niveles, desafortunadamente, nunca vistos antes en nuestro país'.

David Becker, fundador del Centro para la Innovación y la Investigación Electoral, instó al público a rechazar el lenguaje incendiario de Trump, sugiriendo que estas amenazas no sólo son dañinas, sino que también ponen en riesgo la integridad del proceso electoral.

La dinámica actual en la política estadounidense recuerda el ambiente tenso del periodo electoral anterior, donde la confianza en el sistema democrático se vio seriamente comprometida.