El expresidente Donald Trump ha perdido su intento inicial ante una corte de apelaciones de Nueva York para pausar el juicio de más de $690 millones de dólares que enfrenta en un caso de fraude civil, exponiéndolo a posibles problemas financieros.
En un fallo que representó una derrota para Donald Trump, una corte de apelaciones de Nueva York rechazó su solicitud de pausar el juicio por fraude civil que enfrenta y que asciende a más de 450 millones de dólares estadounidenses.
Los abogados de Trump argumentaron ante la corte de apelaciones el miércoles que era 'imposible' asegurar una fianza de más de 450 millones de dólares - cualquier empresa que proporcionara una fianza probablemente requeriría que el expresidente entregara efectivo y otros garantías - y se ofrecieron a pagar una de solo 100 millones de dólares.
Cualquier fianza que la corte de apelaciones acepte evitaría que la oficina del fiscal general de Nueva York, que presentó el caso, cobrara a Trump mientras él apela.
Por cada día que no pague, Donald Trump dijo que está enfrentando intereses acumulados de 115,000 dólares en el juicio.
En documentos judiciales, los abogados de Trump indicaron que podría necesitar vender algunas propiedades a precios de liquidación a menos que la corte le brinde un respiro, un reconocimiento sorprendente de sus limitaciones financieras.
Sin embargo, Trump todavía podría evitar ese costoso resultado.
La decisión provino de un solo juez de la corte de apelaciones asignado para considerar la solicitud de emergencia de Trump.
Trump puede intentarlo nuevamente con un panel de cinco jueces de la corte de apelaciones, que el mes que viene escuchará su solicitud para pausar el juicio y aceptar una fianza menor.
Por ahora, el fallo inicial es un revés para Trump, quien está corriendo contra el reloj.
Si finalmente no logra asegurar una fianza, la fiscal general Letitia James podría buscar cobrarle en cualquier momento.
Aunque se espera que la oficina proporcione un período de gracia de 30 días que expiraría el 25 de marzo, tiene el poder de actuar rápidamente para confiscar las cuentas bancarias de Trump y potencialmente tomar el control de sus propiedades en Nueva York.
Sin importar cómo se resuelva el caso, la solicitud de Trump representó una concesión humillante de un hombre cuya imagen pública es sinónimo de riqueza.
Sus ostentosas exhibiciones de lujo dorado fundamentaron su ascenso a la fama de tabloide, un fuerte contraste con el espectáculo actual de él luchando por evitar problemas financieros.