La suerte de Donald Trump en sus casos criminales llega a su fin con una condena por falsificación de documentos comerciales
En el mundo de la política, los casos judiciales han sido una constante para el ex presidente Donald Trump.
Sin embargo, su suerte ha llegado a su fin con el veredicto de culpabilidad en un caso de falsificación de documentos comerciales que podría haber puesto en peligro su campaña presidencial de 2016. Antes de esta condena, Trump había logrado esquivar las acusaciones criminales de forma sorprendente, con sus asesores incrédulos ante su buena fortuna.
En el caso de Florida, donde se le acusaba de obstrucción a la justicia y retención ilegal de documentos clasificados, un juez nominado por Trump había dilatado tanto el proceso con trivialidades que el juicio casi con seguridad se habría retrasado más allá de las elecciones presidenciales de noviembre.
En Georgia, la fiscal que lo había acusado como parte de una conspiración para revertir las elecciones de 2020 fue descubierta en una relación amorosa con el hombre que contrató para ayudar en la acusación.
Y respecto a los cargos federales por sus esfuerzos por interrumpir la pacífica transferencia de poder, la Corte Suprema ha limitado significativamente las posibilidades de un juicio previo a las elecciones, al haber aceptado los argumentos de inmunidad presidencial presentados por los abogados de Trump.
Donald Trump informa de investigación del Gran Jurado en su contra
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó haber recibido una carta del fiscal especial Jack Smith, en la que se le informaba que era objetivo de una investigación del gran jurado relacionada con los esfuerzos por revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.Su racha de suerte terminó minutos después de las 5pm del jueves, cuando 12 jurados lo encontraron culpable en los 34 cargos de falsificación de documentos comerciales para encubrir un escándalo sexual que podría haber puesto en peligro su campaña presidencial de 2016. Al anunciarse el veredicto, Trump permaneció impasible en la mesa de la defensa.
Su rostro reflejaba consternación.
A su lado, su hijo Eric, negaba con la cabeza.
La sala quedó en silencio mientras el forense repetía 'culpable, culpable'.
Al abandonar la sala, Trump lucía abatido.
Al tomar la mano de su hijo Eric, ambos se miraron con complicidad.
El ex presidente salió acompañado de amigos, familiares y colaboradores, entre ellos su amigo cercano, el inversionista inmobiliario Steve Witkoff, quien declaró: 'Él es mi querido amigo.
Estoy con él'.