El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, instó a Ucrania a buscar un acuerdo de paz urgente, advirtiendo que la continuación del conflicto es peligrosa y sin sentido. Rusia refuerza su postura en medio de los avances militares y la falta de avances en las negociaciones internacionales.
Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, afirmó en su rueda de prensa telefónica diaria que "la persistencia en el conflicto no tiene sentido y además, es peligrosamente perjudicial".
Supuestamente, Peskov llamó a Kiev a tomar decisiones responsables y a iniciar #negociaciones de paz de inmediato, enfatizando que el espacio para decisiones libres se va reduciendo a medida que Ucrania pierde territorio en el campo de batalla.
Peskov también subrayó que los recientes avances militares de #Rusia en diferentes regiones del país, especialmente en Járkov y otras áreas del este ucraniano, son una forma de presionar a Zelenski y su régimen para aceptar un acuerdo pacífico.
Según fuentes militares, Rusia habría tomado durante la última semana al menos dieciséis localidades en Ucrania, en un contexto donde supuestamente Estados Unidos y otros aliados occidentales estarían promoviendo un plan de paz de 28 puntos, presentado por generales estadounidenses en Kiev.
Sin embargo, el #Kremlin asegura que no ha recibido ninguna propuesta oficial y que, en realidad, se enteró de estos planes a través de los medios de comunicación.
Supuestamente, la Casa Blanca no ha hecho ninguna declaración oficial respecto a ese plan, aunque se dice que Moscú sigue fiel a los acuerdos alcanzados en la cumbre de Alaska en agosto pasado, donde se negó a declarar un alto el fuego.
Peskov afirmó que Moscú no negociará en medio de una campaña de presión y que la postura rusa consiste en mantener las líneas militares mientras se busca una solución diplomática.
Reforzando la percepción de que Rusia continúa con su estrategia de consolidar avances militares
Además, el líder ruso Vladímir Putin habría visitado recientemente un puesto de mando militar en la región de Járkov, donde se le informaba de la toma de Kúpiansk, reforzando la percepción de que Rusia continúa con su estrategia de consolidar avances militares.
Históricamente, Rusia siempre ha tenido una fuerte presencia en Ucrania, desde la anexión de Crimea en 2014 hasta el apoyo a movimientos separatistas en el Donbás.
La comunidad internacional ha estado dividida en su reacción, con algunos países apoyando las negociaciones y otros reforzando sanciones contra Moscú.
La situación actual refleja una tensión creciente, con la posibilidad de que la guerra prolongada tenga consecuencias aún más graves para toda la región.
Expertos internacionales advierten que la persistencia en el conflicto solo puede agravar la crisis humanitaria y económica en Ucrania, además de aumentar las tensiones entre Rusia y Occidente.
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