La tensión entre EE.UU. e Irán aumenta tras un ataque aéreo estadounidense a instalaciones nucleares iraníes, con ambos países advirtiendo sobre posibles consecuencias duraderas y respuestas militares. La operación, que contó con el uso de 125 aviones y 75 bombas, ha generado preocupación internacional y una escalada en el conflicto en Oriente Medio.

La operación, conocida como Midnight Hammer, se llevó a cabo en la noche del sábado, con la participación de 125 aeronaves, entre ellas siete avanzados bombarderos B-2, y el lanzamiento de aproximadamente 75 bombas y misiles.
Supuestamente, esta ofensiva fue aprobada por el presidente Donald Trump apenas minutos antes de su ejecución, en un esfuerzo por reducir la capacidad nuclear del país persa.
Las instalaciones atacadas se encontraban en las localidades de Isfahán, Natanz y Fordó, lugares que presuntamente contienen instalaciones clave para el enriquecimiento de uranio.
La acción militar ha sido calificada por las autoridades estadounidenses como una medida para debilitar el programa nuclear iraní, sin buscar un cambio de régimen ni atacar a la población civil.
Desde que se inició el conflicto en la región, supuestamente en respuesta a una serie de ataques y tensiones acumuladas durante años, la situación se ha ido agravando.
Irán, por su parte, ha condenado enérgicamente la operación y ha convocado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar lo que presuntamente consideran una agresión.
El ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, advirtió que las consecuencias serán duraderas y que su país se reserva todas las opciones para responder.
El gobierno iraní afirmó que ninguno de los heridos en los bombardeos presenta contaminación radiactiva, aunque no se han facilitado detalles sobre posibles víctimas.
La Guardia Revolucionaria iraní anunció que responderá con acciones que “escapan a la comprensión y cálculos ilusorios del agresor” y prometió “duras repercusiones”.
Además, el Parlamento iraní ha exigido el cierre del estrecho de Ormuz, por donde transita aproximadamente el 20% del crudo mundial, una decisión que todavía está bajo evaluación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Este conflicto no solo involucra a #Irán y Estados Unidos
Este conflicto no solo involucra a Irán y Estados Unidos, sino que también ha implicado a Israel, que ha intensificado sus ataques en la región desde el viernes 13 de junio.
Israel ha llevado a cabo operaciones aéreas contra objetivos en Irán, incluyendo, por primera vez, infraestructuras en las afueras de Yazd. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó su apoyo a la decisión de Trump, señalando que “la paz se logra con la fuerza”.
Supuestamente, en respuesta, Irán ha prometido continuar con sus operaciones de represalia de manera “precisa, decidida y feroz”, y ha asegurado que su estrategia de respuesta será escalando la tensión en la región.
La escalada militar ha generado preocupación internacional, especialmente en Europa y en las principales potencias mundiales, que llaman a la calma y a la reanudación de las negociaciones diplomáticas.
Mientras la Unión Europea ha pedido contención y diálogo, varios países árabes, Rusia y China han condenado la ofensiva militar, considerándola una “agresión” que podría tener consecuencias impredecibles.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su “gravísima preocupación” y recordó que “no existe solución militar a esta crisis”.
Por otro lado, el secretario de Estado de EE.UU., supuestamente Marco Rubio, afirmó que “el mundo hoy es más seguro”, argumentando que muchas naciones que condenan públicamente la acción en privado reconocen que esta medida era necesaria para frenar las ambiciones nucleares iraníes.
En términos económicos, el costo de la operación para #Estados Unidos se estima en aproximadamente 70 millones de euros, considerando gastos en tecnología militar y logística.
La región, que ya ha sido escenario de múltiples conflictos en las últimas décadas, se enfrenta ahora a una posible escalada que podría afectar no solo a Irán y sus vecinos, sino también al mercado global del petróleo, ya que el estrecho de Ormuz podría cerrar sus transbordes en respuesta a las presiones internacionales y las amenazas militares.