El gobierno estadounidense sanciona a Ly Yong Phat, un poderoso empresario y político camboyano, por su papel en la lucrativa industria del fraude en línea.
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El gobierno de Estados Unidos ha decidido imponer sanciones a Ly Yong Phat, uno de los políticos más influyentes y empresarios de Camboya, debido a su supuesta participación en la floreciente industria de fraude en línea en el país.
Este empresario es conocido no solo por su poder político sino también por su vasto imperio empresarial, que incluye una serie de activos multimillonarios.
Ly Yong Phat es senador del Partido del Pueblo Camboyano (CPP), el cual mantiene el control político en Camboya desde hace décadas, y es un asesor cercano del ex primer ministro Hun Sen, actual presidente del Senado.
Este último, que ha estado en el poder desde 1985, cedió el liderazgo a su hijo, Hun Manet, en una transición que ha sido objeto de controversia y crítica a nivel internacional.
Las organizaciones no gubernamentales han acusado a Ly de explotar sus posiciones en el gobierno para enriquecerse a expensas de sus compatriotas. A lo largo de los años, ha sido señalado por prácticas corruptas que incluyen la confiscación de tierras, la degradación ambiental y la participación en negocios tanto legales como ilegales.
Estas acciones han tenido un impacto devastador en las comunidades locales, en especial entre los trabajadores extranjeros que han sido víctimas de condiciones laborales inhumanas.
Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha sancionado no solo a Ly Yong Phat, sino también a su conglomerado, el LYP Group, así como a varios de sus hoteles y resorts.
Entre ellos se encuentran el Garden City Hotel, el Koh Kong Resort, el Phnom Penh Hotel y el O-Smach Resort. Estas sanciones se producen después de varias redadas realizadas en el O-Smach Casino, localizado en la frontera con Tailandia, donde se descubrieron prácticas bastante alarmantes.
En operaciones recientes, autoridades lograron rescatar a trabajadores extranjeros provenientes de países como China, India, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Los testimonios de las víctimas revelan un panorama escalofriante: muchos de ellos habían sido atraídos a estos resorts con la promesa de empleo, solo para luego ser despojados de sus teléfonos y pasaportes al llegar.
Posteriormente, eran forzados a trabajar en operaciones de fraude.
La declaración del Tesoro de Estados Unidos especificó que aquellos que pidieron ayuda eran sometidos a abusos físicos, desde golpizas hasta electrocuciones.
Además, algunos fueron obligados a pagar rescates exorbitantes o amenazados con ser vendidos a otros grupos dedicados al fraude en línea. En un caso particularmente trágico, se reportaron al menos dos víctimas que se lanzaron desde edificios dentro del complejo del O-Smach Resort.
Este asunto pone de relieve la continua lucha de las autoridades internacionales contra el fraude en línea y la explotación laboral, un problema que ha crecido exponencialmente en los últimos años y que requiere de una atención urgente y coordinada a nivel global.