El gobierno de Bolivia anuncia nuevas acciones para enfrentar la crisis económica, incluyendo controles fronterizos, incremento en la importación de divisas y estímulos al ahorro, en medio de la escasez de combustibles y productos básicos.

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El gobierno de Bolivia dio a conocer este viernes una serie de medidas y decretos destinados a afrontar la complicada situación económica que atraviesa el país, marcada por la escasez de combustible, la falta de dólares en circulación y el aumento en los precios de productos básicos.

El presidente Luis Arce, acompañado por varios ministros, se dirigió a la nación desde el Palacio de Gobierno para anunciar un paquete de once medidas inmediatas y siete decretos supremos dirigidos a combatir la especulación, el contrabando y proteger a las familias bolivianas de la escalada inflacionaria.

Una de las acciones principales incluye el reforzamiento de los controles en las fronteras del país, con patrullajes militares y decomisos de mercancías de contrabando.

Entre los productos más afectados por el contrabando y la especulación se encuentran carnes de res, pollo y cerdo, además de aceite, harina, trigo y azúcar.

El ministro de Justicia, César Siles, advirtió que quienes cometan delitos relacionados con el agio y la especulación serán procesados en la justicia, buscando frenar el incremento en los precios y la escasez de alimentos.

Por otra parte, ante la crisis en el suministro de combustibles, especialmente diésel y gasolina, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, aseguró que desde la próxima semana se garantizará al 100% la demanda interna en las principales ciudades.

La normalización del suministro en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz comenzará a partir del lunes, con una distribución progresiva en el resto del país.

La escasez de combustibles ha provocado desabastecimiento en mercados y protestas de comerciantes que exigen soluciones inmediatas.

La crisis también ha afectado la disponibilidad de productos de primera necesidad, provocando protestas y cierre de puestos en mercados, como ocurrió recientemente con el aceite.

La subida en su precio llevó a que algunos comerciantes cerraran sus puestos y pidieran la renuncia del actual gobierno, evidenciando el impacto directo en los bolsillos de las familias bolivianas.

En respuesta a la situación, el gobierno ha implementado medidas para fortalecer el sistema financiero y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Se ha aprobado un decreto que permite la entrada de divisas por un monto de hasta 50.000 dólares, un aumento considerable respecto a los 10.000 dólares anteriores, con el objetivo de impulsar la economía y garantizar liquidez en el sistema financiero. Además, se incentivará a los ahorradores a mantener sus fondos en UFV, la Unidad de Fomento a la Vivienda, que ayuda a preservar el valor del dinero en tiempos de alta inflación.

Otra de las medidas destaca por ofrecer un incentivo del 2% anual en los intereses para quienes tengan ahorros de hasta 100.000 bolivianos, equivalentes a aproximadamente 14.367 dólares, si mantienen sus recursos en los bancos nacionales. Esto busca estimular el ahorro y fortalecer la economía interna en medio de la crisis.

El presidente Arce afirmó que el principal problema económico del país radica en la dependencia del financiamiento externo, cuyos créditos millonarios aún no han sido aprobados por la Asamblea Legislativa.

En su discurso, también adelantó que en los próximos días se implementarán más medidas para reducir la incertidumbre, combatir la especulación y el agio en diversos productos.

Arce añadió que la ola especulativa y las acciones de sectores políticos que buscan desestabilizar la economía boliviana están afectando la estabilidad del país, pero aseguró que el gobierno trabaja en soluciones democráticas para salir de esta crisis.

Los industriales bolivianos también solicitaron un diálogo con el gobierno, buscando soluciones concretas a la difícil situación económica. El mandatario convocó a una reunión con el sector industrial para el lunes, con la intención de escuchar sus propuestas y colaborar en la recuperación del mercado.

Históricamente, Bolivia ha enfrentado crisis económicas recurrentes, muchas relacionadas con su dependencia de la exportación de recursos naturales como el gas y los minerales.

La fluctuación de los precios internacionales y la inestabilidad política han provocado altibajos en su economía. La actual crisis ha puesto sobre la mesa la necesidad de diversificar su economía y fortalecer su sistema financiero para evitar futuras vulnerabilidades.

La implementación de estas medidas busca estabilizar la economía y brindar una mayor seguridad a las familias bolivianas en un contexto de incertidumbre global y regional.