El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tomado la decisión de permitir la construcción del muro fronterizo con México para hacer frente a la creciente crisis migratoria en el país. Aunque durante su campaña prometió no construir un muro, la administración de Biden anunció el viernes que se van a suspender 26 leyes federales para permitir la construcción de una sección en el sur de Texas con una alta tasa de entradas ilegales.

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En medio de la creciente llegada de migrantes procedentes de América del Sur y Central, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido dar un giro radical y permitir la construcción de un muro fronterizo en respuesta a la crisis migratoria que está afectando al país.

A pesar de sus declaraciones en contra de la construcción del muro durante su campaña electoral, la administración de Biden anunció el viernes que se van a levantar las restricciones impuestas por 26 leyes federales para permitir la construcción de una sección en el sur de Texas, una de las zonas con mayor número de entradas ilegales.

Esta decisión ha generado controversia, ya que va en contra de una de las promesas clave de la campaña de Biden.

Sin embargo, el gobierno argumenta que es necesaria para hacer frente a la situación actual en la frontera y garantizar la seguridad del país.

La crisis migratoria en Estados Unidos ha llegado a niveles insostenibles, afectando tanto a las ciudades fronterizas como a las ciudades demócratas.


Un ejemplo de ello es la ciudad de Nueva York, que desde la primavera pasada ha acogido a casi 123.000 solicitantes de asilo, muchos de los cuales se encuentran ahora viviendo en hoteles de Manhattan convertidos en refugios de emergencia.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, estima que esto costará a los contribuyentes unos 12.000 millones de euros en tres años y ha advertido que, sin la intervención del gobierno federal, "este problema destruirá la ciudad".

Además de Nueva York, otras ciudades como Denver, Chicago y Washington también se enfrentan a problemas similares debido a leyes locales que les obligan a proporcionar refugio a los migrantes.

En Illinois, el gobernador JB Pritzker, aliado clave de Biden, criticó a la administración por no actuar ante lo que considera una situación insostenible, después de que las autoridades de Texas trasladaran a más de 15.000 migrantes a su estado en el último año.