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Si el presidente de EE. UU., Joe Biden, hubiera ejecutado su estrategia para el debate con su contrincante republicano, Donald Trump, no estaríamos en esta situación.

Biden quería un debate temprano para cambiar la trayectoria de la campaña que lo tenía rezagado, prácticamente empatado cabeza a cabeza en la votación nacional, pero rezagado en la mayoría de los estados clave de batalla que decidirían la elección.

Obtuvo su formato de debate y reglas preferidos.

Todos, incluso muchos en el campamento de Trump, esperaban ver al Fiscal en Jefe derribar a Trump como un extremista y un delincuente convicto deshonrado que despedazaría la democracia de Estados Unidos.

En cambio, fue Biden quien, con sus titubeos, congelamientos y murmullos, permitió a Trump ejecutar su estrategia para el debate: mostrar que Biden ya no estaba en condiciones de ejercer y debía ser destituido.

Grabada en la lente del público en esta elección, hay una vista de que si bien ambos candidatos son muy mayores, es Biden quien lleva esa carga con más peso.

Las encuestas posteriores al debate muestran a Biden con un nivel récord de aprobación de tan solo el 36 por ciento.

Ningún presidente que busca la reelección ha ganado desde ese punto.

Biden dijo en una entrevista televisiva la semana pasada que estaba preparado para recuperar la estabilidad, la autoridad y el liderazgo.

Fracasó. Biden está decidido a continuar con la campaña, que no se retirará a menos que "el Señor Todopoderoso" se lo aconseje.

La administración Biden libera a ciudadanos estadounidenses detenidos en Irán

La administración Biden ha autorizado la liberación de cinco ciudadanos estadounidenses detenidos en Irán al emitir una exención general para que los bancos internacionales transfieran 6 mil millones de dólares (5.08 mil millones de euros) en fondos iraníes congelados de Corea del Sur a Qatar sin temor a sanciones estadounidenses. Además, como parte del acuerdo, la administración ha acordado liberar a cinco ciudadanos iraníes detenidos en Estados Unidos.

Pero hubo un momento en el que las palabras de Biden abrieron la puerta trampa en la plataforma en la que está parado.

George Stephanopoulos de ABC America preguntó: "Y si te quedas y Trump es elegido y todo lo que estás advirtiendo sucede, ¿cómo te sentirás en enero?" Biden respondió: "Me sentiré bien siempre y cuando haya dado lo mejor de mí y haya hecho el mejor trabajo que sé hacer, de eso se trata esto". No, señor presidente, lo siento.

Se trata de derrotar a Trump, y no de si diste lo mejor de ti y perdiste'. El representante Adam Schiff, quien fue el principal gerente de la Casa de Representantes en el juicio político de Trump por la insurrección del 6 de enero de 2021, y quien es favorito en su carrera para el Senado de EE. UU. en California, dijo en respuesta a Biden: "Esa es la respuesta que más me preocupó también.

No se trata solo de si lo intentó al máximo, sino de si tomó la decisión correcta de postularse o ceder el testigo". Los costos de transacción de que Biden se niegue a ceder el testigo son enormes.

Si Biden se mantiene en la contienda, no sabremos la respuesta a la pregunta de Stephanopoulos hasta el día después de la elección.

El miedo que impulsa a los miembros demócratas de la Cámara y el Senado a concluir que Biden debe retirarse es el miedo de que la permanencia de Biden en la carrera afecte directamente el control del Congreso.