Un seminario en la Universidad Waseda de Tokio genera un debate sobre la carne de ballena tras la proyección de un documental que promociona su consumo.

En un evento reciente, aproximadamente 100 estudiantes y invitados se reunieron en un seminario en la renombrada Universidad Waseda de Tokio, donde tuvieron la oportunidad de degustar carne de ballena frita.

Este evento, llevado a cabo el mes pasado, tenía como objetivo fomentar una discusión sobre la industria de la caza comercial de ballenas, un tema controvertido que continúa despertando pasiones en Japón y en el resto del mundo.

Las mesas estaban dispuestas con bandejas de carne de ballena frita, acompañadas de mayonesa, creando un ambiente distendido para compartir opiniones.

En un ejercicio de retroalimentación, los asistentes escribieron en pizarras blancas sus impresiones sobre el sabor de la carne de ballena.

Muchos elogiaron su sabor, con comentarios entusiastas, como el de una asistente que dijo: "¡Era mi primera vez comiendo ballena! ¡La ballena es deliciosa!".

El seminario también incluyó la proyección de un documental titulado 'Whale Restaurant: Inconvenient Food', que defendía abiertamente la caza de ballenas.

Después de la proyección, el director del documental, Keiko Yagi, participó en una sesión de preguntas y respuestas con el público.

Fue un esfuerzo para evangelizar sobre el consumo de carne de ballena, en un contexto donde la caza de este mamífero marino es vista con preocupación por muchas organizaciones ambientalistas y países.

En las discusiones, algunos participantes sugirieron que la carne de ballena debería ser parte de las comidas escolares en todo el país, argumentando que esto ayudaría a mantener viva la cultura de la pesca de ballenas.

Otros manifestaron su deseo de que los precios de este producto fueran más bajos para que estuviera disponible para un público más amplio, reflejando una actitud positiva hacia el consumo de este alimento tradicional.

La carne de ballena, que puede costar entre 50 y 75 euros por kilogramo en algunos lugares de Japón, aún se considera un lujo para muchos, lo que limita su accesibilidad.

El interés por la carne de ballena en Japón tiene raíces profundas.

En el siglo XVII, la caza de ballenas era una práctica común y significaba una parte esencial de la dieta de muchas comunidades costeras.

Sin embargo, la presión internacional para prohibir esta práctica ha llevado a una disminución gradual en su consumo y a un estigma asociado.

A pesar de esto, eventos como el de la Universidad Waseda revelan una lucha constante entre la tradición cultural y las exigencias de la conservación ambiental.

El evento en Waseda no solo fue un simple acto de degustación, sino que también funcionó como un experimento social, evaluando la apertura del público hacia la agenda pro-caza de ballenas de Yagi.

A medida que las opiniones sobre la carne de ballena siguen polarizadas a nivel mundial, la discusión en este seminario destaca la complejidad del tema y la necesidad de un diálogo más profundo sobre la cultura, la sostenibilidad y las tradiciones en Japón.