Australia se ha unido a los países de los Estados Unidos y el Reino Unido en su apoyo a los ataques contra las áreas controladas por los rebeldes hutíes en Yemen.

Este ataque, el cual es el primero de los Estados Unidos y el Reino Unido en una nación del Oriente Medio desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, ha recibido el respaldo de ocho naciones en total.

Los rebeldes hutíes, con sede en Yemen, cuentan con el apoyo de Irán y han sido responsables de docenas de ataques contra buques comerciales en el Mar Rojo durante los últimos meses.

Este grupo afirma que sus ataques están dirigidos a detener la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza.

Australia ha brindado su apoyo a este masivo contraataque llevado a cabo por los Estados Unidos y el Reino Unido, utilizando misiles Tomahawk lanzados desde barcos de guerra y aviones de combate.

Este ataque es el primero de su tipo en el país desde que el grupo respaldado por Irán comenzó a atacar los envíos internacionales en el Mar Rojo a finales del año pasado, en respuesta a la guerra de Israel contra Hamás en Gaza.

En una declaración conjunta con los líderes de otras nueve naciones, el Primer Ministro Anthony Albanese declaró: "En respuesta a los continuos ataques ilegales, peligrosos y desestabilizadores de los hutíes contra embarcaciones, incluyendo buques comerciales que transitan por el Mar Rojo, las fuerzas armadas de los Estados Unidos y el Reino Unido, con el apoyo de los Países Bajos, Canadá, Baréin y Australia, realizaron ataques conjuntos de acuerdo con el derecho inherente de autodefensa individual y colectiva, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, contra varios objetivos en áreas controladas por los hutíes en Yemen".

Si bien la declaración conjunta reafirmó que el objetivo "sigue siendo reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el Mar Rojo", se hizo hincapié en que el mensaje sobre las consecuencias de futuros ataques debe ser claro.

"No dudaremos en defender vidas y proteger el libre flujo del comercio en una de las vías fluviales más críticas del mundo ante amenazas continuas". El Ministro de Defensa Richard Marles dijo que Australia brindó apoyo en forma de personal de las fuerzas de defensa en el centro de operaciones desde donde se dirigieron los ataques, pero se negó a dar más detalles.

Marles afirmó que "Australia debe defender el orden basado en reglas" y agregó: "Estas son acciones muy importantes.

Las acciones que se han tomado hoy, con el apoyo de Australia, tienen como objetivo mantener la libertad de navegación en alta mar".