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Nueva York: Las pistas se habían enfriado repentinamente.

Por un tiempo, surgieron dudas sobre si se atraparía alguna vez a un asesino que arrojaba los restos de sus víctimas femeninas a lo largo de tramos remotos de la costa de Long Island en Nueva York.Finalmente, después de más de una docena de largos años, las familias enlutadas de las víctimas recibieron un atisbo de alivio el viernes cuando las autoridades anunciaron el arresto de Rex Heuermann, arquitecto de 59 años, a quien creen responsable de las muertes.Rex Heuermann después de su arresto.Crédito: AP

El arresto reavivó la ira y el dolor, pero también trajo la perspectiva de un cierre para los miembros de la familia, incluida Amy Brotz, cuya prima, Melissa Barthelemy, fue la primera de las víctimas en ser descubierta, encontrada accidentalmente durante la búsqueda de otra mujer.«No puedo entender esto», dijo Brotz, horas después de verse sorprendida por la noticia inesperada de un arresto.

«Dios ha traído paz a las familias», dijo.

«Quizás podamos comenzar la curación».El calvario de varios años fue especialmente angustiante para Brotz y su familia porque los fiscales dicen que el sospechoso usó el teléfono de Barthelemy para atormentar a sus parientes con llamadas poco después de su desaparición, incluyendo una en la que afirmaba haberla matado.En sentido horario desde arriba a la izquierda: Melissa Barthelemy, Amber Costello, Maureen Brainard-Barnes y Megan Waterman.Crédito: AP

Para acelerar la búsqueda de los restos de Barthelemy, su familia contrató a un psíquico que proporcionó pistas tentadoras que resultarían proféticas: sería encontrada en una tumba poco profunda a lo largo de la orilla, cerca de una señal con la letra G.Gilgo Beach se convertiría en el punto focal de la investigación estancada sobre el descubrimiento de 11 conjuntos de restos, incluido uno de un niño pequeño, todos descartados a lo largo de la autopista que corta la longitud de una franja delgada de arena blanca, tierra, zarzas y marismas conocida como Jones Beach Island.

El niño pequeño y otras tres víctimas aún no han sido identificados.

La policía dijo que las 10 víctimas adultas, incluida la madre del niño, eran trabajadoras sexuales.Pero los investigadores dicen que Heuermann podría no ser responsable de todas las muertes.