En Kyiv, Ucrania, el Aperol Spritz ha dejado de ser popular en muchos bares debido al boicot que están llevando a cabo, como resultado de la decisión de la marca de seguir operando en Rusia.

Para los amantes de este cóctel, la situación ha llevado a los bares a buscar alternativas hechas con licores naranjas similares de otras compañías italianas.

Uno de los bares más afectados por el boicot es el Squat 17B, donde su propio bartender, Pavlo Lavrukhin, ha dejado de servir el Aperol Spritz y ha creado un cóctel similar llamado Venice Spritz.

Este cambio de nombre ha sido respaldado por otros bares que buscan enviar un mensaje claro de rechazo a la marca.

El boicot a Aperol Spritz es parte de los esfuerzos de Ucrania por cortar cualquier tipo de financiamiento extranjero a Rusia.

La misma empresa de bebidas alcohólicas Campari Group fue señalada como colaboradora en la guerra de Rusia, al igual que la compañía Bermuda-based Bacardi, la cual ha sido señalada por expandir su trabajo en Rusia y buscar nuevos empleados en el país.

A pesar de los 18 meses de guerra, Ucrania sigue buscando formas de presionar a las empresas que continúan trabajando en Rusia.

En este contexto, el boicot a Aperol Spritz se ha convertido en una forma de alzar la voz contra aquellas compañías que no renuncian a operar en Rusia.