El fondo se crea como parte de un acuerdo tras denuncias de conducta abusiva que afectaron a la liga.

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La Liga Nacional de Fútbol Femenino de EE. UU. (NWSL) ha establecido un fondo de 4,7 millones de euros para ofrecer compensación a las jugadoras que han sufrido abuso emocional y sexual por parte de entrenadores y otros oficiales.

Este fondo es parte de un acuerdo que se deriva de las graves alegaciones que sacudieron la liga en el año 2021, cuando salieron a la luz numerosos casos de conducta inapropiada y abusos sistemáticos.

Los fiscales generales de Washington D.C., Illinois y Nueva York anunciaron recientemente este acuerdo con la NWSL, que se compromete no solo a financiar este fondo, sino también a mantener las medidas de protección implementadas tras las investigaciones que se llevaron a cabo en 2022.

Estas investigaciones revelaron un entorno tóxico en la liga, afectando a múltiples equipos, entrenadores y jugadoras.

Brian L. Schwalb, fiscal general de Washington D.C., destacó que las investigaciones confirmaron el sufrimiento de las jugadoras. "Se documentaron fallos sistemáticos que permitieron la creación de una cultura de comportamiento abusivo. Esto incluía abuso verbal, agresión sexual, acoso y discriminación sin mecanismos claros para garantizar la seguridad de las jugadores", expresó Schwalb en una conferencia con periodistas.

Una de las primeras voces en alzar la mano fue Sinead Farrelly, quien junto a Mana Shim, revelaron en 2021 los abusos perpetrados por Paul Riley, un reconocido entrenador de la NWSL.

Riley, que ha negado las acusaciones, fue despedido de su cargo en North Carolina Courage tras estas denuncias. En total, cinco entrenadores fueron despedidos o renunciaron en medio de acusaciones de conducta inapropiada durante ese año.

En respuesta a estas crisis, la NWSL y su asociación de jugadores, así como U.S. Soccer, iniciaron una serie de investigaciones sobre las denuncias. El informe de U.S. Soccer, dirigido por Sally Q. Yates, expuso que el abuso emocional y la conducta sexual inapropiada eran problemas arraigados en el deporte. Las reformas se han ido implementando desde entonces, con mejoras significativas gracias al advocacy de las jugadoras.

A pesar de estas reformas, Erin Simon, una jugadora retirada que sufrió abuso durante su tiempo en Racing Louisville, enfatizó que "aunque este acuerdo no puede reparar el daño causado, es un paso significativo hacia la justicia".

Es fundamental que la lucha por la protección de las jugadores continúe y que las medidas de vigilancia no cesen.

Tori Huster, presidenta de la NWSLPA, agradeció a las jugadoras que arriesgaron sus carreras para fomentar el cambio, afirmando que "este fondo de 4,7 millones de euros no es un regalo ni justicia; es un reconocimiento de los fallos únicos y el daño sufrido por las jugadoras".

Este fondo será administrado por Barbara S. Jones, juez retirada que estuvo en el comité que supervisó la investigación de la NWSL junto con la unión de jugadoras. Jones tiene 45 días para presentar un plan sobre cómo distribuir los fondos, que estará sujeto a la aprobación de los fiscales generales. Las jugadoras, tanto actuales como anteriores, serán notificadas y tendrán seis meses para aplicar a estos fondos.

Desde su inaugural en 2013, la NWSL ha crecido hasta contar actualmente con 14 equipos, y se espera que se añadan dos más para 2026. "Hoy se marca un nuevo capítulo en el fútbol femenino, donde las atletas pueden desenvolverse sin temor a represalias", comentó Letitia James, fiscal general de Nueva York.

"Este avance no habría sido posible sin la valentía inquebrantable de las jugadoras que compartieron sus experiencias".