El portero canadiense Maxime Crépeau comparte su filosofía de competencias que lo ha llevado a ser titular con la selección nacional.

Imagen relacionada de maxime crepeau portero canadiense pequenas victorias

Maxime Crépeau, el talentoso guardameta canadiense, se encuentra en el centro de atención por su excepcional desempeño en el fútbol.

Su enfoque se basa en la idea de que se deben ganar pequeñas batallas para alcanzar un gran objetivo.

En recientes declaraciones, Crépeau expresó: "Mi mentalidad es que no voy a perder ni un solo desafío". Esta filosofía lo ha guiado en su carrera, donde cada partido representa una nueva oportunidad para superar obstáculos y alcanzar la excelencia.

Su carrera comenzó a los 10 años, en las afueras de Montreal.

Desde ese momento, experimentó una revelación al observar el campo desde la perspectiva del arquero.

Esta visión única le permitió conectarse profundamente con su rol: "El fútbol no es para todos; yo tenía la mentalidad adecuada para esta posición", comentó. Sin embargo, también reconoció que la experiencia ganada en momentos difíciles fue clave para desarrollar su mentalidad competitiva.

Un momento de inflexión en su trayectoria ocurrió durante la final de la MLS de 2022. En tiempo extra, mientras defendía la portería del LAFC, recibió un pase defectuoso que lo llevó a asumir un gran riesgo.

En su intento por recuperar la pelota, sufrió una fractura en la pierna derecha y tuvo que ver cómo su equipo levantaba el trofeo, mientras él quedó fuera del equipo nacional que voló a Catar para el Mundial.

Este evento fue doloroso para él, ya que representó la primera participación de Canadá en un Mundial masculino en 36 años.


A pesar de los desafíos, en 2023 se recuperó y siguió su camino en el Portland Timbers.

Allí, ha aprendido a convertirse en un compañero de equipo colaborativo con su colega James Pantemis, consolidando la idea de que la relación humana es primordial en el deporte.

"Si construyes una buena relación, el fútbol se desarrolla naturalmente", afirmó.

Su rendimiento ha sido fundamental para que Canadá sorprenda al mundo al terminar en la cuarta posición en la Copa América de 2024, donde su juego agresivo y preciso lo posicionó como un pilar del equipo.

Ontó sobre su evolución: "Los buenos mares no hacen buenos marineros.

He aprendido a ser más agresivo al salir de mi línea, y eso está funcionando".

Su actual entrenador, Jesse Marsch, ha declarado que la titularidad no es permanente y puede cambiar de un partido a otro.

Esto ha llevado a Crépeau a enfocarse en cada reto inmediato, centrándose en el próximo partido contra Suriname en la Liga de Naciones.

De cara al futuro, Crépeau tiene la vista fija en el Mundial de 2026, donde anhela convertirse en el primer arquero canadiense que salte al césped en un torneo mundial que se celebrará en su tierra natal.

"No pienso en eso", dijo al ser interrogado sobre su futuro.

"Mi trabajo es ganar cada desafío uno a uno". Esta mentalidad de perseverancia y enfoque podría llevarlo a marcar su nombre en la historia del fútbol canadiense.