La notable trayectoria de Alistair Johnston, desde sus inicios en el fútbol universitario hasta convertirse en figura clave de la selección canadiense y del Celtic en Escocia.

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Alistair Johnston, una de las promesas emergentes del fútbol canadiense, ha recorrido un camino notable en solo cinco años.

En 2019, era un estudiante que jugaba en Wake Forest y pasaba sus veranos compitiendo con el Vaughan Azzurri en la League1 Ontario.

Hoy, a sus 26 años y con 50 partidos disputados con la selección nacional, ha demostrado ser un pilar fundamental en la resurgente trayectoria del fútbol masculino en Canadá, además de haber liderado al gigante escocés Celtic como capitán.

Recientemente, Johnston regresó a Toronto tras una intensa gira por Surinam, donde vivió un partido memorable bajo condiciones difíciles, cerrando la jornada con una victoria por 1-0 que marcó su 50ª aparición internacional.

"Nunca imaginé que estaría aquí, especialmente considerando que antes no podía encontrar Surinam en el mapa", mencionó el jugador, quien se sorprendió al descubrir que el país limita con Brasil.

Su ascenso al estrellato no ha sido típico.

En el mundo del fútbol, muchos talentosos futbolistas firman contratos desde muy jóvenes, pero Johnston es prueba de que la dedicación y el esfuerzo pueden llevar a uno a la cima, sin importar el momento de su carrera.

"Nunca he sido un privilegiado.

Simplemente amaba el deporte.

Si eres un buen jugador y una buena persona, las oportunidades llegarán", reflexionó.

Convertido de mediocampista a defensa durante su último año en la universidad, su evolución fue rápida y notable.

Fue seleccionado en el puesto 11 del draft de la MLS por Nashville SC, donde brilló durante dos temporadas antes de unirse a CF Montreal y luego a Celtic.

Su llegará al fútbol escocés coincidió con una etapa en la que el equipo canadiense también estaba resurgiendo, y esto ha permitido una simbiosis en su desarrollo personal y profesional.


"Alistair es parte esencial de nuestra estructura", dijo el entrenador del equipo masculino, Jesse Marsch.

"Cada día se vuelve más importante, tanto como jugador como líder". La relación entre su club y la selección nacional ha beneficiado su desempeño, y su compromiso con el equipo canadiense ha elevado su perfil a nivel internacional.

Su participación en competiciones como la Copa América este verano solo ha potenciado su visibilidad.

En los últimos años, los aficionados al fútbol canadiense han tenido la oportunidad de ver a Johnston destacar en partidos cruciales, como el memorable encuentro contra México en Edmonton, apodado 'Iceteca', donde su desempeño fue clave.

Su viaje a la Copa del Mundo de 2022 en Qatar fue otro hito importante, donde no solo mostró su destreza en el campo, sino que también se preparó para un futuro brillante en el fútbol europeo.

Su experiencia ha evolucionado con partidos de alto perfil, como la reciente serie de encuentros contra equipos de renombre como Países Bajos, Francia y Argentina.

Johnston ha demostrado que el fútbol canadiense está en ascenso, y su éxito es representativo de un cambio en la percepción y el desarrollo del deporte en el país.

"Cada nueva generación de jugadores está llevando el pasaporte canadiense más lejos en el mundo del fútbol", concluyó.

Mientras se prepara para el próximo partido de la Liga de Naciones de la CONCACAF contra Surinam, Johnston reflexiona sobre su trayectoria.

Cuando era niño, pensaba que sería afortunado si alcanzaba un promedio de diez partidos.

Con 50 caps en su haber, declara: "Ese número significa mucho para mí". Su dedicación y pasión por el deporte lo han llevado a ser considerado uno de los futuros íconos del fútbol canadiense.