La participación en actividades voluntarias entre los jóvenes vascos ha experimentado un notable crecimiento, alcanzando cifras históricas y reflejando una comunidad más comprometida y solidaria. El estudio del Observatorio Vasco de la Juventud revela que casi la mitad de los jóvenes de 15 a 29 años han participado en tareas solidarias, con mayor incidencia en las edades de 25 a 29 años y un liderazgo femenino en determinados ámbitos.

Imagen relacionada de compromiso juvenil euskadi voluntariado 2025

Según el estudio más reciente del Observatorio Vasco de la Juventud, realizado entre mayo y junio de 2025 y que encuestó a más de 2.100 jóvenes de entre 15 y 29 años, un 14,9 % de la juventud participa actualmente en tareas voluntarias, una cifra que marca un récord histórico y que duplica el porcentaje del año 2008, cuando solo el 6,4 % estaban activos en este tipo de actividades.

Este aumento en el #voluntariado refleja una tendencia creciente en el interés de los jóvenes por la participación activa en la sociedad vasca. Si se consideran tanto a quienes en algún momento han colaborado en acciones solidarias como a quienes continúan participando en la actualidad, se puede afirmar que casi la mitad de los jóvenes, aproximadamente un 44,7 %, han tenido alguna experiencia en voluntariado.

En el grupo de edad de 25 a 29 años, este porcentaje supera la mitad, alcanzando el 54,1 %. La participación femenina en actividades voluntarias también presenta una ligera ventaja, con un 48,4 % de mujeres que han participado en algún momento, frente al 41,3 % de los hombres.

El compromiso de los jóvenes no solo es amplio, sino también sostenido en el tiempo. El 58,2 % de quienes han participado en voluntariado lo hacen al menos una vez al mes, y de ese grupo, el 37,9 % dedica su tiempo semanalmente, manteniendo un nivel de implicación estable.

Este patrón de participación regular fortalece la #cohesión social y contribuye al desarrollo de valores como la justicia, la solidaridad y el respeto por la diversidad.

En cuanto a los ámbitos de acción, los jóvenes vascos concentran sus esfuerzos principalmente en áreas relacionadas con el bienestar social y la cultura.

La infancia y la juventud son los principales campos de intervención, con un 48,2 % de participación en tareas dirigidas a estos colectivos. La ayuda en cuestiones relacionadas con la pobreza, la cooperación internacional, y el apoyo a migrantes o refugiados también destaca, con un 22,7 %.

Además, aspectos culturales, patrimoniales y el uso del euskera atraen a un 19,3 % de los voluntarios.

Otros ámbitos relevantes incluyen la protección del medio ambiente (15,7 %), el apoyo a personas mayores (13,6 %) y la asistencia a personas con discapacidad (13,2 %).

La diversidad de intereses de la juventud es evidente

Menos del 10 % participa en acciones relacionadas con salud, emergencias, protección animal o adicciones. La diversidad de intereses de la juventud es evidente, ya que casi dos de cada cinco jóvenes que colaboran en voluntariado (40,8 %) participan en más de un ámbito a la vez, demostrando una amplia gama de compromisos.

Las diferencias de participación según el género también son notables. Las mujeres tienden a involucrarse más en actividades relacionadas con la infancia, la juventud y la cultura, mientras que los hombres muestran mayores porcentajes en áreas vinculadas con la cultura y el deporte, específicamente un 26,0 % en comparación con el 18,4 % de las mujeres.

El director de #Juventud y Emancipación del Gobierno Vasco, Adrián López Sarachaga, subrayó la importancia del voluntariado como pilar fundamental para una sociedad cohesionada y justa: “Cada acción solidaria es una inversión en el futuro y refleja el compromiso de una juventud que desea construir una comunidad más inclusiva y respetuosa.

El fortalecimiento de estos valores es esencial para avanzar hacia una #Euskadi más fuerte y humanizada.”

Este estudio no solo pone en evidencia el incremento de la participación juvenil, sino que también evidencia su clara voluntad de contribuir activamente al bienestar de la sociedad y a la conservación de su identidad cultural y lingüística.

La región vasca, con una historia marcada por luchas por el reconocimiento y la cohesión social, ha visto en sus jóvenes un motor renovado que apuesta por la solidaridad y la participación activa.