Se espera que el nuevo plan operativo incluya a todos los departamentos del Gobierno Vasco para reducir la brecha salarial en Euskadi.
Con la llegada del Día Internacional de la Igualdad Salarial, que se conmemora el 18 de septiembre, la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, ha puesto de relieve la persistente problemática de la brecha salarial en Euskadi.
En la actualidad, esta diferencia se sitúa en un 17,9%, lo que significa que las mujeres ganan, de media, 5.914 euros menos al año que sus colegas masculinos.
Esta situación es un reflejo de un problema más amplio que atraviesa la estructura laboral del país, y que se visibiliza en datos que muestran que los hombres en Euskadi perciben un salario medio de 35.095 euros anuales, mientras que las mujeres solo alcanzan los 29.314 euros, según datos del INE correspondientes a 2022.
La situación actual es consecuencia de una serie de factores estructurales que han perpetuado esta desigualdad a lo largo del tiempo.
A pesar de los esfuerzos realizados desde 2018 con la aprobación de la 'Estrategia para reducir la brecha salarial en Euskadi', se estima que aún queda mucho camino por recorrer.
En este contexto, el II Plan de acción 2022-2025 ha contado con la colaboración de 9 departamentos del Gobierno, y hasta ahora ha implementado más del 80% de las 74 medidas propuestas.
Elgarresta ha afirmado que el objetivo de esta estrategia es que para el año 2030, Euskadi ocupe una posición destacada entre los países europeos con menor brecha salarial, un reto que en su opinión, no será fácil, pero necesario.
Uno de los principales desafíos es la reducción de la segregación ocupacional, que se ha identificado como el factor más influyente en la brecha, representando hasta un 35% de esta disparidad.
La segregación ocupa en diferentes sectores a hombres y mujeres, y es esencial abordar esta problemática desde sus raíces para lograr una igualdad real.
Además de la segregación ocupacional, Elgarresta ha enfatizado la necesidad de fomentar una educación en igualdad que desafíe los estereotipos de género y promueva la corresponsabilidad social.
Esto implica una democratización de los cuidados, donde el equilibrio entre lo institucional, lo personal y lo familiar se vuelva una realidad tangible y accesible para todas las personas.
A medida que se acerca el Día Internacional de la Igualdad Salarial, la atención sobre esta cuestión se intensifica, recordando que la igualdad no es solo un derecho, sino un imperativo social y económico.
La lucha por la equidad en el ámbito salarial es un paso fundamental hacia la realización de la igualdad plena, un proceso que requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad y, particularmente, de las instituciones gubernamentales.
En este camino, el papel de Emakunde y de otros organismos será crucial para garantizar que las mujeres en Euskadi puedan recibir salarios justos que reflejen su valía y contribución a la sociedad.