El Gobierno Vasco refuerza su compromiso con la igualdad laboral y la reducción de la brecha salarial de género, alcanzando una disminución del 4% en un año y estableciendo metas ambiciosas para 2030.

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Durante la apertura del IV Congreso Internacional sobre la Brecha Salarial, celebrado en Bilbao, Torres destacó que en el último año la #brecha salarial se ha reducido casi en cuatro puntos, situándose actualmente en el 12,81%.

Esta es una noticia alentadora que refleja el efecto de las #políticas públicas sostenidas y rigurosamente diseñadas orientadas a promover la igualdad en el mercado laboral.

Para poner en contexto, la brecha salarial en #Euskadi en 2022 era del 16,47%. La disminución del 4,66% en un solo año pone de manifiesto la efectividad de las estrategias implantadas, que incluyen planes de igualdad en las empresas, auditorías salariales, mayor transparencia en la retribución y un compromiso activo de sindicatos y empleadores.

Sin embargo, Torres advirtió que aún existe mucho camino por recorrer, pues una diferencia del 12,81% sigue representando una injusticia estructural que requiere actuaciones continuas.

Es importante recordar que la desigualdad salarial tiene raíces profundas, relacionadas con la concentración de mujeres en empleos a tiempo parcial, la desigual distribución de responsabilidades de cuidado, y sectores feminizados donde las condiciones retributivas son peores, además de techos invisibles que limitan el acceso a cargos de mayor responsabilidad.

Desde una perspectiva histórica, cabe señalar que la brecha salarial no es un fenómeno nuevo. En Euskadi, como en otros territorios europeos, la participación femenina en el mercado laboral ha sido desigual a lo largo de los siglos. Datos históricos indican que, durante la Revolución Industrial, las mujeres enfrentaron condiciones laborales muy precarias, con salarios mucho menores que los de los hombres y jornadas extensas.

A pesar del avance social, todavía persisten desigualdades, aunque las políticas públicas y la legislación han avanzado mucho desde entonces.

El Vicelehendakari subrayó que la lucha contra la brecha salarial no solo es una cuestión de justicia social, sino que también tiene un impacto económico significativo.

La desigualdad reduce la productividad, provoca pérdida de talento y aumenta la desigualdad social. Por ello, la estrategia de Euskadi para 2030 es ambiciosa: la región aspira a reducir la brecha a niveles cercanos a cero, situándose entre las cinco regiones europeas con menor desigualdad salarial.

Para alcanzar estos objetivos, el gobierno vasco trabaja en fortalecer la negociación colectiva, hacer obligatorios los planes de igualdad en las empresas, promover la igualdad en permisos y licencias, e impulsar servicios públicos de apoyo a las familias.

Además, insiste en que la igualdad salarial requiere cambiar mentalidades, eliminar estereotipos y valorar por igual el talento de mujeres y hombres.

El congreso ha reunido a más de 250 expertos nacionales e internacionales, con 14 ponentes de reconocido prestigio, abordando temas como el impacto económico de la brecha de género, prácticas europeas exitosas y perspectivas globales.

Titulada “Una brecha histórica: trabajo femenino y diferencia salarial en Euskadi a lo largo de los siglos”

La investigadora Isabel Mellen Rodríguez protagonizó la conferencia principal, titulada “Una brecha histórica: trabajo femenino y diferencia salarial en Euskadi a lo largo de los siglos”.

El evento incluyó también aportaciones de la secretaria de Estado de Igualdad y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, María Guijarro Ceballos, y de la directora de Emakunde, Miren Elgarresta.

Ambos destacaron la importancia de un abordaje integral y multidimensional para solucionar un problema que, en palabras de Elgarresta, “no solo afecta a las mujeres, sino que beneficia a toda la sociedad”.

El compromiso del Gobierno Vasco es claro: en el año 2030, Euskadi deberá estar en las cinco regiones europeas con menor brecha salarial, garantizando igualdad en salarios, oportunidades, y responsabilidades familiares.

La directora de Emakunde también subrayó que la desigualdad salarial tiene un coste económico y social enorme, por lo que remarcó la necesidad de respuestas integrales y coordinación entre todos los actores implicados.