Cuatro profesionales en Euskadi rescataron a un interno de un incendio en prisión
Un incendio en una celda de la prisión de Álava fue controlado a tiempo por el personal penitenciario, quienes arriesgaron su integridad para salvar a un interno. Cuatro empleados quedaron en observación tras inhalar humo, y se ha abierto una investigación sobre las causas del incidente.
En la región de Euskadi, un incidente en el Centro Penitenciario de Álava alertó a las autoridades y cohesivos del sistema penitenciario.
La madrugada del martes, un interno en prisión preventiva por homicidio, por motivos aún bajo investigación, inició un incendio en su celda que generó una densa humareda, poniendo en riesgo tanto su vida como la seguridad del personal encargados.
La rápida actuación de cuatro profesionales del centro evitó que la situación se agravara.
El interior de la cárcel fue alertado por la amenaza inminente, ya que el interno, a pesar de estar en prisión preventiva, manifestó su intención de prender fuego a su colchón, lo cual hizo en ese momento, desatando una gran cantidad de humo.
La densidad del humo hizo complicado el acceso a la celda, pero el personal logró entrar rápidamente, sin detenerse ante la falta de visibilidad y el riesgo personal que implicaba la inhalación de humo tóxico.
El rescate fue realizado con éxito, logrando sacar al interno de su celda sin que sufriera daños graves. Sin embargo, como medida de precaución, las cuatro personas que intervinieron permanecieron varias horas en observación en un centro hospitalario de Vitoria-Gasteiz, capital de Álava, donde recibieron atención por la posible inhalación de humo.
Todas ellas, tras ser vigiladas por las autoridades médicas y asegurando su estado de salud, regresaron a sus domicilios esa misma noche.
La consejera de Justicia y Derechos Humanos de Euskadi, María Jesús San José, felicito públicamente a los funcionarios por su rápida y valiente acción.
En sus declaraciones, destacó la importancia de la profesionalidad y el compromiso del personal penitenciario en situaciones de emergencia, resaltando que su labor pudo haber evitado daños irreversibles en el interno y puesto en riesgo su propia seguridad.
El interno implicado, actualmente en prisión preventiva en Álava, es presunto autor de un homicidio registrado en otra comunidad autónoma. La fiscalía ya ha anunciado que se está gestionando su traslado a la prisión correspondiente para continuar con el proceso legal. El incidente ocurrido no solo ha abierto una línea de investigación para determinar las causas del incendio, sino que también ha puesto en relieve los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores penitenciarios en su día a día.
Las cárceles en #Euskadi y en otras regiones han sido escenario de diferentes incidentes relacionados con intentos de autolesiones
Este tipo de eventos no son aislados en el sistema penitenciario español. A lo largo de la historia, las cárceles en Euskadi y en otras regiones han sido escenario de diferentes incidentes relacionados con intentos de autolesiones, motines o incendios provocados por internos, lo que obliga a las instituciones a reforzar las medidas de seguridad y protocolos de emergencia.
La Resistencia y la seguridad en las prisiones siempre han sido temas de debate en la política penitenciaria española, donde la protección de la integridad de los funcionarios y de los internos es primordial.
Casos como este muestran la importancia de tener personal preparado, capacitado y comprometido con la labor de mantener el orden y la seguridad, incluso en circunstancias extremas.
Este incidente refuerza también la necesidad de seguir implementando programas de formación para el personal penitenciario y de mejorar las condiciones de seguridad en los centros de reclusión.
La protección de los #derechos humanos implica garantizar ambientes seguros y protocolos efectivos que puedan responder eficazmente ante emergencias como incendios o intentos de autolesión.
En definitiva, la rápida y valiente acción de estos cuatro profesionales en Euskadi ha sido un ejemplo de compromiso y profesionalismo en un entorno que constantemente presenta desafíos potencialmente peligrosos.
La comunidad penitenciaria y las instituciones gubernamentales seguirán trabajando para mejorar la seguridad y el bienestar tanto de las personas privadas de libertad como de quienes trabajan en estos centros.