La Denominación de Origen Euskal Sagardoa espera una reducción del 40% en la recolección de manzana para sidra este año, debido a factores climáticos y ciclos naturales.

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La recolección de manzanas para la sidra con Denominación de Origen Euskal Sagardoa ha comenzado en varias zonas de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, y se extenderá a otras áreas en los próximos días.

Este año, se estima que la cosecha será un 40% menor que la del año pasado, debido a la alternancia natural en los ciclos de producción y las condiciones climáticas que han afectado a los manzales.

Iker Iglesias presentó la temporada en Irun, donde estuvo acompañado por miembros del colectivo elaborador de sidra de las provincias vascas y Navarra.

Según Iglesias, la combinación de un invierno frío seguido de un verano cálido ha influido en la cantidad y calidad de las manzanas recolectadas.

A pesar de que en la zona del Goierri, en Gipuzkoa, se han observado más manzanas gracias al frío invernal, Bizkaia presenta una situación similar, con una producción más abundante en el interior que en la costa, mientras que en Araba los números son algo más decepcionantes.

Los responsables de la Denominación de Origen han compartido información sobre varios proyectos de investigación relacionados con la producción de manzana y los retos que enfrenta el sector.

Entre ellos destaca la figura de Unai Agirre, quien advirtió que la diferencia entre las cosechas de este año y el anterior podría ser considerable si no se presentan cambios favorables en otros factores.

Agirre también expresó que, aunque las cosechas pequeñas suelen ser más dulces, este año, debido a las fuertes lluvias de verano, se espera que la graduación alcohólica se mantenga similar a la del año pasado.

Con una previsión de recolectar aproximadamente 2,5 millones de kilos de manzana destinados a la elaboración de Euskal Sagardoa, el sector continúa mostrando un crecimiento sostenido, a medida que se optimizan los cuidados de los manzanales existentes y se introducen nuevas áreas plantadas.


Actualmente, Euskadi cuenta con 250 manzanales que abarcan unas 500 hectáreas, alimentando a las 47 sidrerías que operan bajo la denominación de origen.

A pesar de los desafíos, Agirre destacó que la colaboración a largo plazo es clave para impulsar la producción local y garantizar tanto la calidad como la autenticidad de la sidra.

Hay que resaltar que en esta Denominación se han incorporado en los últimos años manzanas autóctonas de diferentes regiones, lo que ha enriquecido la variedad y calidad de las sidras producidas.

El próximo 29 de septiembre tendrá lugar en Irun la fiesta Sagar Uzta, donde los asistentes podrán disfrutar de exposiciones de manzanas, elaboración de mosto y degustaciones de sidra.

La Denominación de Origen Euskal Sagardoa trabaja para proveer un marco de calidad, garantizando que las manzanas utilizadas son autóctonas y cumplen con estándares estrictos a lo largo del proceso de producción.

Es interesante observar que la sidra ha sido una parte fundamental de la cultura vasca durante siglos.

Documentos históricos sugieren que su consumo se remonta a muchos años atrás, siendo una bebida importante para la alimentación.

En los siglos XV y XVI, el consumo de sidra creció en paralelo al desarrollo industrial del País Vasco.

Sin embargo, el sector sufrió un declive significativo tras la guerra civil, lo que llevó al cierre de muchas sidrerías.

En la actualidad, iniciativas como la Denominación de Origen buscan revitalizar el sector y asegurar el futuro sostenible de la producción de sidra en la región, con la meta de que toda la sidra elaborada en el futuro provenga de manzanas autóctonas.