Euskadi celebra el Día Mundial de la Enfermería de Salud Mental reivindicando la labor de los profesionales en esta especialidad esencial para la atención comunitaria.
El 1 de septiembre se marca en el calendario como el Día Mundial de la Enfermería de Salud Mental, una jornada que busca visibilizar y reconocer la valiosa labor que realizan los profesionales de esta especialidad en Euskadi y en todo el mundo.
Esta rama de la enfermería es considerada una de las más antiguas, al igual que la de matrona, y su contribución a la atención tanto hospitalaria como comunitaria es fundamental, especialmente ante el aumento de demandas en salud mental.
Actualmente, Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud, cuenta con un total de 532 enfermeras especializadas en salud mental.
Estas profesionales no solo trabajan en entornos hospitalarios, sino que también están profundamente implicadas en la atención comunitaria, desempeñando su labor en centros de salud mental, hospitales, domicilios y otras instituciones sociales.
La atención a la comunidad es cada vez más relevante, dado que muchos pacientes requieren cuidados específicos relacionados con trastornos mentales.
La celebración de este día también conmemora el legado de Hildegard Peplau, quien es reconocida como la madre de la enfermería psiquiátrica.
Su enfoque innovador sobre los cuidados de enfermería en el ámbito de la salud mental ha dejado una huella perdurable en la formación de profesionales de esta especialidad.
Desde 1970, la especialidad se encuentra regulada en España, con un enfoque en ofrecer atención especializada y responsable, utilizando métodos clínicos y tecnológicos de vanguardia.
Los cuidados proporcionados por las enfermeras especialistas abarcan diversas áreas, incluyendo promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de la salud mental.
En este contexto, las enfermeras están capacitadas para llevar a cabo evaluaciones exhaustivas, diagnosticar, planificar y ejecutar cuidados ajustados a las necesidades de los pacientes.
Asimismo, participan activamente en la formulación de planes de atención integral y tienen la capacidad de manejar y prescribir medicamentos dentro del marco legal correspondiente.
Para acceder a esta especialidad, los aspirantes deben superar el examen de Enfermero Interno Residente (EIR) y completar un período de residencia de dos años en la especialidad seleccionada.
Al finalizar este proceso y después de aprobar las evaluaciones pertinentes, las enfermeras obtienen el título que las acredita como especialistas en salud mental.
Entre las competencias fundamentales de estas profesionales se incluyen la habilidad de elaborar guías clínicas de cuidados de enfermería en salud mental y programar visitas domiciliares, así como brindar asesoría a otros profesionales de la salud.
La labor de las enfermeras en este ámbito es crucial, no solo para atender a los pacientes, sino para crear un entorno más saludable y consciente de la importancia de la salud mental en nuestra sociedad.