El Departamento de Educación de Euskadi mantiene su postura sobre la gestión de centros privados y responde a las declaraciones de la AMPA de Osotu Lanbarri, asegurando que su sostenibilidad recae en los titulares del centro, mientras continúa evaluando el apoyo financiero otorgado a esta institución educativa.
La Administración ha dejado claro que este centro pertenece a la categoría de instituciones de titularidad privada, y que su sostenibilidad y continuidad dependen en exclusiva de sus propietarios, quienes deben asumir las responsabilidades financieras y administrativas necesarias para mantenerlo en funcionamiento.
Este pronunciamiento llega en un contexto en el que el pasado 28 de julio, el Consejo de Gobierno del País Vasco aprobó la concesión de una subvención directa a la Fundación Osotu Lanbarri.
La finalidad de esta ayuda, cuyo importe equivale a aproximadamente 35,000 euros, es financiar acciones relacionadas con el análisis y la evaluación pedagógica del proyecto educativo que desarrolla la institución.
Desde el Ejecutivo regional, se ha destacado que esta aportación responde a una voluntad de colaboración excepcional y puntual, orientada a enriquecer el proceso pedagógico del centro, pero aclararon que no implica una relación estructural o sostenida en el tiempo que garantice la viabilidad financiera del mismo.
Asimismo, se recordaba que en años anteriores, el Gobierno Vasco ya había otorgado ayudas similares con el mismo objetivo, siempre bajo un marco de colaboración para promover la calidad educativa, sin que estas ayudas tengan como fin su incorporación o consolidación formal en la infraestructura del centro.
La consejería de #educación especificó que corresponde a los gestores del centro definir las acciones necesarias para asegurar su sostenibilidad económica, en línea con sus propias responsabilidades y estrategias.
El próximo martes se ha previsto una reunión entre representantes de la comunidad educativa y los responsables del Departamento de Educación
En respuesta a las inquietudes manifestadas por las familias del alumnado, el próximo martes se ha previsto una reunión entre representantes de la comunidad educativa y los responsables del Departamento de Educación.
El objetivo será analizar la actualidad del centro, escuchar las preocupaciones de las familias y explorar posibles soluciones o aclaraciones respecto a la situación del centro y el apoyo recibido.
Es importante recordar que en Euskadi, la red educativa está compuesta por una diversidad de centros públicos y privados, cada uno con sus propios modelos de gestión y financiamiento.
La Administración autonómica se ha caracterizado por su apoyo a la cooperación con instituciones privadas que promueven una educación de calidad, siempre manteniendo el respeto por la autonomía de cada centro en su gestión y sostenibilidad financiera.
Además, la historia educativa del País Vasco refleja un compromiso prolongado con la innovación y la mejora continua, incentivando tanto el esfuerzo institucional como la colaboración público-privada para ofrecer alternativas educativas que respondan a las necesidades de la sociedad.
En definitiva, el Gobierno Vasco reafirma su posición de respetar la gestión privada de centros como Osotu Lanbarri mientras continúa apoyando, de manera puntual y controlada, iniciativas que aporten valor pedagógico, sin que estas ayudas puedan considerarse como garantías de supervivencia o sostenibilidad estructural.
