El pasado mes de agosto en Euskadi fue uno de los más calurosos registrados en lo que va de siglo, con temperaturas que superaron los 44 °C en varias localidades y registros récords en muchas de ellas. Además, las precipitaciones se mantuvieron por debajo de la media en gran parte del interior, mientras que las lluvias extremas afectaron principalmente la Vertiente Cantábrica. La meteorología adversa, incluyendo alertas por altas temperaturas y riesgo de incendios, también fue significativa durante este periodo.

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La Agencia Vasca de Meteorología

La Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, informó que las temperaturas medias en la costa oscilaron entre los 21 y 22 °C, mientras que en la Llanada Alavesa los termómetros superaron los 20 °C, aproximadamente 1.6 °C por encima de los valores normales para ese periodo, basados en el período 1991-2020.

Este mes caluroso ocupa el tercer puesto desde el año 2000 en récords históricos de temperaturas máximas en Euskadi, solo por detrás de los años 2003 y 2022.

La primera fase del episodio de calor, de 6 a 9 de agosto, afectó principalmente a la Vertiente Mediterránea y al Eje del Ebro, donde las temperaturas mínimas se estabilizaron alrededor de los 18 °C.

El día 9 se activó el primer aviso por temperaturas altas persistentes, con registros como 37.9 °C en Zambrana —una localidad que en ciertos periodos del verano puede experimentar temperaturas extremas—, 37.4 °C en Kanpezu y 37.2 °C en Antoñana.

A partir del día 10, la intensidad del calor se incrementó notablemente en diferentes puntos del territorio. Algunas estaciones en la Vertiente Cantábrica alcanzaron y superaron los 40 °C, con Saratxo registrando 40.5 °C y Zalla 40.3 °C. En otras áreas de la Zona de Transición, localidades como Arkauti y Etura lograron los 40 °C. La persistente corriente de viento del sur hizo que, el 11 de agosto, muchas zonas del interior experimentaran temperaturas extremadamente elevadas, con registros de hasta 42 °C en Arrasate, 41.8 °C en Balmaseda y 41 °C en Igorre.

El día 12, las máximas aumentaron aún más en los valles cántabros, alcanzando los 44 °C en Gardea, mientras que en Igorre y Zalla se midieron 43 °C y 42.9 °C, respectivamente. Además, en localidades del Goierri, como Amundarain y Estanda, se batieron récords históricos de temperaturas máximas, con 41 °C y 41.6 °C, respectivamente.

El 15 de agosto fue el día de mayor pico térmico del episodio, con temperaturas que rozaron los 45 °C en algunas estaciones, como en Sodupe-Cadagua, donde se alcanzaron 44.9 °C. En muchos puntos del norte de la provincia de Vizcaya, las temperaturas máximas oscilaron entre 43 y 44 °C, estableciendo nuevos récords históricos de máximas absolutas en varias estaciones, incluyendo Gardea (44 °C), Igorre (43.8 °C) y Galdakao (43.5 °C). Este calor extremo, acompañado de noches tropicales en especial en la Rioja Alavesa donde las mínimas no bajaron de 25 °C durante varias jornadas, ocasionó un impacto significativo en la salud de la población y en los recursos naturales.

Las noches tropicales, particularmente desde el 11 hasta el 16 de agosto, se mantuvieron en toda la región, minimizando las horas de alivio térmico y dificultando el descanso nocturno.

La insolación también estuvo por encima de lo habitual, con un incremento del 15 % en horas de sol en muchas áreas. En el litoral, se registraron aproximadamente 225 horas de sol, mientras que en la Llanada Alavesa las horas fueron aún mayores, alcanzando las 266.

Por otra parte, las precipitaciones en agosto fueron escasas en la mayor parte del interior, con valores muy por debajo de la media. En la mitad sur de Araba, los registros de precipitaciones no superaron los 10 litros por metro cuadrado, siendo especialmente secos en la Rioja Alavesa, donde prácticamente no llovió, con algunos puntos como Páginas y Moreda registrando apenas 1.9 y 0.1 litros por metro cuadrado, respectivamente. La situación recordó a algunos de los años más secos en la región, como 2010 y 2018.

El día 21 del mes fue el más lluvioso, con una precipitación media de 22 litros por metro cuadrado, debido a un sistema de inestabilidad y flujo de noroeste que descargó intensas lluvias sobre la Vertiente Cantábrica.

Localidades en Gipuzkoa como Eskas, Oiartzun y Aizarnazabal recibieron lluvias abundantes, con acumulados que superaron los 50 litros. En total, se registraron 10 jornadas de lluvia en Donostia (San Sebastián), 5 en Bilbao y solo 1 en Vitoria-Gasteiz.

El episodio meteorológico también estuvo marcado por situaciones adversas, con 8 alertas naranjas activadas por el Gobierno Vasco, principalmente por temperaturas altas extremas y persistentes, además de otros avisos por riesgos de incendios, precipitaciones intensas y oleaje peligroso en zonas de navegación.

Estos eventos reflejan la tendencia global al incremento de olas de calor y fenómenos meteorológicos severos, atribuibles en parte al cambio climático.