
El pasado mes de agosto en Euskadi fue uno de los más calurosos registrados en lo que va de siglo, con temperaturas que superaron los 44 °C en varias localidades y registros récords en muchas de ellas. Además, las precipitaciones se mantuvieron por debajo de la media en gran parte del interior, mientras que las lluvias extremas afectaron principalmente la Vertiente Cantábrica. La meteorología adversa, incluyendo alertas por altas temperaturas y riesgo de incendios, también fue significativa durante este periodo.