En el marco del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, Euskadi resalta los logros en detección precoz y prevención de esta enfermedad, con un aumento notable en diagnósticos y tratamientos exitosos.
El 19 de octubre se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, y en Euskadi se presenta como una fecha significativa para reflexionar sobre los avances en la detección y tratamiento de esta enfermedad que afecta a miles de mujeres.
En el último año, a través del Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama, se diagnosticaron un total de 718 casos, un notable aumento en la cifra en comparación con años anteriores, gracias a la realización de más de 124.000 mamografías.
Desde la implementación del programa, hace tres décadas, un total de 13.103 mujeres han sido diagnosticadas con cáncer de mama tras más de 2.600.000 mamografías realizadas.
La detección temprana se ha convertido en un factor clave para mejorar la calidad de vida y la supervivencia de las pacientes, ya que la mayoría de los casos son identificados en fases iniciales.
Los expertos de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud, destacan que un 84% de las mujeres diagnosticadas han recibido tratamientos quirúrgicos menos invasivos, lo que refleja la efectividad del programa.
En el contexto del año 2023, la tasa de detección general se sitúa en 5,7 cánceres por cada 1.000 mujeres examinadas, un indicador positivo que demuestra el impacto de la modernización en los equipos utilizados para las mamografías.
Desde el inicio del año, todos los mamógrafos en Euskadi han sido renovados, lo que permite obtener imágenes más precisas y detectar más casos de cáncer.
Osakidetza también recuerda la importancia de la prevención y la autoexploración.
Aunque muchos casos de cáncer de mama pueden no presentar síntomas en sus etapas iniciales, es fundamental que las mujeres estén atentas a cualquier cambio en su cuerpo.
Signos como la aparición de bultos, cambios en el pezón, o secreciones inusuales son señales que deben ser evaluadas por profesionales de la salud.
Para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad, se promueve un estilo de vida saludable que incluya la práctica de ejercicio regular y la limitación del consumo de alcohol y tabaquismo.
De hecho, la actividad física se considera uno de los factores preventivos más efectivos.
El programa de detección resulta esencial para las mujeres de entre 50 y 69 años, aunque también se extiende a aquellas de 40 a 49 años con antecedentes familiares de cáncer de mama.
La carta informativa que indica el resultado de la mamografía se envía, por norma general, dentro de los seis días siguientes a la realización de la prueba.
Durante las últimas tres décadas, el esfuerzo conjunto entre las instituciones sanitarias y la población ha logrado que cerca del 80% de las mujeres invitadas participen en este programa, sellando un compromiso ciudadano en la lucha contra el cáncer de mama.
En este contexto, el Departamento de Salud reitera su llamado a las mujeres para que acudan a las citas para realizarse las mamografías, ya que la detección temprana sigue siendo crucial en el abordaje de esta compleja enfermedad.
La concienciación y la educación sobre este tema son vitales para disminuir las tasas de mortalidad y mejorar el bienestar de las mujeres en Euskadi.
La lucha contra el cáncer de mama continúa siendo una prioridad en la agenda de salud pública, celebrando cada avance realizado en esta importante causa.