La Administración vasca presenta un plan de 10 años con una inversión de 25 millones de euros para fomentar la incorporación de jóvenes en la agricultura y asegurar la continuidad del sector rural en Euskadi.
El objetivo es atraer a una nueva generación de agricultores y baserritarras, con ideas innovadoras, formación y un compromiso con la sostenibilidad.
La estrategia se concibe como un plan a largo plazo, con un horizonte de diez años, y cuenta con una inversión inicial superior a los 25 millones de euros para este período, equivalente a cerca de 24 millones de euros en moneda europea.
La problemática del envejecimiento del sector agrícola vasco no es exclusiva de esta región, sino que responde a una tendencia general en Europa. La edad media de los titulares de explotaciones supera los 58 años, y más del 30% son mayores de 65 años. Solo el 10% de los agricultores tiene menos de 40 años, dejando a un gran número de explotaciones en busca de relevo. En Euskadi, hay aproximadamente 1.500 explotaciones gestionadas por personas mayores o próximas a jubilarse, de las cuales 750 aún no tienen identificado quién tomará el relevo en el futuro.
Desde el punto de vista de las incorporaciones efectivas, en los últimos siete años se han logrado aproximadamente 55 nuevas altas de #jóvenes agricultores cada año, una cifra que, si bien muestra voluntad, todavía resulta insuficiente para contrarrestar el envejecimiento del sector.
La Consejera Amaia Barredo ha destacado que la falta de relevo provoca la pérdida del tejido productivo, cierre de explotaciones, desaparición de empresas y, en consecuencia, la reducción de empleo y actividad económica en el medio rural.
Esto genera una pérdida de biodiversidad, un envejecimiento poblacional en las zonas rurales y un menor atractivo para otras generaciones que consideren la #agricultura como opción de vida.
Barredo ha subrayado que la juventud que desea incorporarse enfrentan barreras importantes, como el acceso a tierras, dificultades para obtener financiación y apoyo técnico, además de la falta de explotaciones viables.
Sin embargo, ha insistido en que el sector agrícola sigue siendo una actividad de futuro, fundamental para la seguridad alimentaria y con grandes oportunidades de innovación y empleo.
La Estrategia contempla múltiples áreas de acción, con un enfoque abierto y flexible, diseñado para adaptarse y evolucionar en los próximos años.
Entre las medidas más relevantes se encuentran la actualización del marco normativo para facilitar la incorporación de jóvenes, incluyendo reformas en el Estatuto de las Personas Jóvenes Agricultoras y la regulación de ayudas específicas para promover el relevo.
Así como crear vínculos sólidos entre los jóvenes y la agricultura mediante programas de formación
Asimismo, se busca mejorar la percepción social del sector agrario, fortalecer el orgullo y la identidad del campo, así como crear vínculos sólidos entre los jóvenes y la agricultura mediante programas de formación, asesoramiento y acompañamiento técnico.
También se intensificará el apoyo financiero y de crédito a los jóvenes agricultores, a través de instrumentos como el programa SENDOTU, que ofrecerá condiciones favorables para facilitar préstamos para inversiones iniciales.
Otra de las áreas clave está en la creación de oficinas de intermediación en cada territorio foral para mejorar el acceso de los jóvenes a tierras y explotaciones en proceso de relevo.
Además, se reforzará el programa de ayudas a la instalación agrícola (Gaztenek), incrementando los requisitos formativos y de rentabilidad de los planes de negocio, además de promover el trabajo en red y la cooperación entre jóvenes.
La formación y asesoramiento continuarán siendo pilares esenciales, con la intención de profesionalizar aún más a los agricultores jóvenes, garantizando que puedan desarrollar sus proyectos empresariales con éxito.
La estrategia también contempla la creación de un fondo de financiamiento con avales públicos, facilitando la obtención de créditos en condiciones ventajosas.
Amaia Barredo ha expresado su compromiso de incorporar jóvenes con perfiles cualificados, que compartan una visión de sostenibilidad y respeto por el territorio, equiparando sus condiciones de vida a las de otros sectores económicos.
La estrategia ha sido diseñada en colaboración con las instituciones y agentes sectoriales, garantizando coherencia y respaldo político a largo plazo.
En conclusión, esta iniciativa representa una apuesta decidida por revitalizar el sector agropecuario vasco, garantizando su continuidad, innovación y sostenibilidad.
