A pesar de ligeros avances en las tendencias salariales en 2025, muchos trabajadores en Estados Unidos siguen sintiendo que su remuneración no refleja su valor real, enfrentándose a una inflación que erosiona sus ganancias reales. Expertos sugieren estrategias para negociar mejores salarios y cómo las empresas pueden mejorar la transparencia salarial para retener talento en un mercado cada vez más competitivo.

Imagen relacionada de aumentan las preocupaciones por los salarios en eeuu en 2025 a pesar de las mejoras modestas

Según datos recientes de la empresa tecnológica de recursos humanos Energage, solo el 69% de los trabajadores considera que su remuneración es justa, posicionando los #salarios como uno de los aspectos menos satisfactorios de la experiencia laboral.

Este fenómeno puede entenderse en el contexto de una #economía que, si bien muestra signos de recuperación, enfrenta presiones inflacionarias persistentes que supuestamente reducen el poder adquisitivo de los trabajadores.

La #inflación en Estados Unidos, que en 2025 se sitúa en torno al 3,5%, ha supuesto que los aumentos salariales, que en promedio rondan el 2%, no sean suficientes para cubrir el incremento en los costos de vida.

La depreciación del valor del dinero, supuestamente, afecta a millones de empleados que sienten que están perdiendo poder de compra.

Expertos en economía laboral, como Sam DeMase, analista en ZipRecruiter, afirman que “los salarios no están siguiendo el ritmo de la inflación”, lo que genera una sensación de estancamiento salarial.

Aunque las empresas anuncian incrementos, estos no logran compensar la subida en precios de alimentos, vivienda y transporte, que en euros equivaldrían a unos 3,20€ en promedio mensual.

La desaceleración en la creación de nuevos empleos y la menor cantidad de vacantes abiertas, según datos de KPMG, limitan las posibilidades de que los trabajadores puedan obtener aumentos significativos.

Para hacer frente a esta situación, los empleados están buscando estrategias para maximizar sus oportunidades de recibir mejoras salariales. Una de las recomendaciones principales es que los trabajadores conozcan y valoren su propio perfil profesional. Supuestamente, deben considerar habilidades, experiencia, conocimientos en software y certificaciones que posean. “Mapear lo que uno ofrece y compararlo con las expectativas de un puesto de #trabajo ayuda a defender una petición salarial adecuada”, señala DeMase.

Aconseja acceder a datos de mercado sobre salarios mediante herramientas como el estimador salarial de ZipRecruiter

Asimismo, aconseja acceder a datos de mercado sobre salarios mediante herramientas como el estimador salarial de ZipRecruiter, o comparando descripciones de puestos similares, para tener una idea clara de si se está siendo subvalorado.

La clave, según expertos, es negociar enfocándose en el impacto que el trabajador tiene en los resultados de la empresa, en lugar de basar la negociación en preocupaciones por el costo de vida.

Por ejemplo, un empleado podría decir: “Mi experiencia en liderar equipos y reducir costos en mi anterior #empleo puede contribuir a alcanzar los objetivos de esta empresa.

¿Podríamos ajustar mi paquete salarial a unos 95.000 euros anuales?”

Por otro lado, los empleados deberían orientar su búsqueda hacia roles que valoren sus habilidades más fuertes. La identificación de “superpoderes” profesionales, como los define DeMase, puede marcar la diferencia en la atracción de mejores oportunidades. Resaltar en las aplicaciones y cartas de presentación cómo las habilidades específicas y los resultados logrados en trabajos anteriores contribuyen a los objetivos empresariales también es fundamental.

En el lado de las empresas, la situación requiere una mayor transparencia en las políticas de remuneración. La falta de claridad sobre las expectativas salariales y los caminos de promoción puede generar desconfianza y desmotivación. DeMase aconseja que las organizaciones establezcan rutas claras para ascensos, detallando qué habilidades y resultados son necesarios para avanzar de nivel.

Además, promover promociones internas y compartir historias de éxito es una estrategia que puede fortalecer la fidelidad de los empleados. La transparencia y la comunicación abierta en estos aspectos no solo reducen la frustración salarial, sino que también fomentan un ambiente laboral más leal y productivo.

En definitiva, en 2025, tanto empleados como empleadores enfrentan el reto de adaptarse a un mercado laboral cada vez más competitivo y transparente.

La clave para mitigar la insatisfacción salarial radica en una negociación informada, la valoración de habilidades únicas y una comunicación clara sobre las expectativas y oportunidades de crecimiento dentro de las empresas.