La Reserva Federal se encuentra en una encrucijada entre controlar la inflación y mantener el crecimiento económico, mientras que Trump expresa su descontento.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE.UU., ha declarado que la economía se encuentra en "una buena posición", pero que su tarea principal es contener la inflación. En un escenario donde las tasas de interés se mantienen estables, se ha generado preocupación entre los inversores que esperaban recortes rápidos que podrían estimular un mercado de valores tambaleante, afectado por las tarifas impuestas por el presidente Donald Trump.
La incertidumbre es alta tras las decisiones de Trump sobre las tarifas de importación, que se prevé que impacten tanto en la inflación como en el crecimiento económico.
En su discurso, Powell enfatizó la importancia de mantener las expectativas de inflación a largo plazo bien ancladas, para evitar que un aumento temporal en los precios se convierta en un problema inflacionario persistente.
"Nuestra obligación es asegurar que las expectativas de inflación a largo plazo permanezcan en un nivel adecuado", afirmó Powell en su intervención en una conferencia en Arlington, Virginia.
A pesar de las tensiones económicas, Powell señaló que el último informe de empleo mostraba que la tasa de desempleo había aumentado ligeramente, alcanzando el 4.2%, mientras que se añadieron 228,000 nuevos empleos, lo que indica un mercado laboral robusto. Sin embargo, el impacto de las tarifas sigue siendo incierto, y Powell advirtió que "el tamaño y la duración de los efectos" de estas tarifas todavía no son claros, lo que complica la formulación de una política monetaria apropiada.
Los mercados de futuros anticipan que la Reserva Federal podría recortar su tasa de interés en las próximas reuniones, pasando de un rango del 4.25% al 4.5% a uno de entre 3.25% y 3.5%. Sin embargo, las declaraciones de Powell sugieren que es poco probable que se apresuren a hacerlo, ya que deben equilibrar el control de la inflación y el desempleo.
Las tarifas impuestas por Trump han generado una presión adicional sobre la Fed, obligándola a considerar sus dos mandatos: mantener la inflación y el desempleo bajos.
La situación es complicada, ya que algunas estimaciones, como las de JPMorgan Chase, sugieren que una recesión es ahora probable, mientras que otros economistas han incrementado sus pronósticos de recesión.
Algunos expertos opinan que las tarifas podrían causar un aumento temporal en la inflación, que se disipará en el siguiente año, mientras que otros alertan que estas podrían elevar las expectativas de inflación de consumidores y empresas a largo plazo.
"Si bien es muy probable que las tarifas generen al menos un aumento temporal en la inflación, también es posible que sus efectos sean más persistentes", enfatizó Powell.
La clave para evitar una inflación duradera dependerá de cómo se mantengan las expectativas de inflación a largo plazo y de la magnitud y duración de los efectos de las tarifas.
Este dilema pone a la Reserva Federal en una posición delicada, donde cada decisión que tomen tendrá repercusiones significativas en la economía de EE.UU., especialmente en un contexto donde la incertidumbre económica es la norma.
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