Las tasas de interés para hipotecas continúan en ascenso, afectando la dinámica del mercado de viviendas en un contexto de posible desaceleración en la temporada de ventas primaveral en 2025.

Las tasas de interés para préstamos hipotecarios en Estados Unidos han vuelto a experimentar un incremento, marcando así su segundo aumento consecutivo en las últimas semanas.

Según el informe de Freddie Mac, el promedio de las hipotecas a 30 años se situó en un 6,81% en la semana que finalizó el 15 de mayo, un incremento desde el 6,76% registrado la semana anterior.

Este aumento, aunque modesto, refleja una tendencia que preocupa a expertos y compradores potenciales, especialmente en un momento en que el mercado inmobiliario ya enfrenta diversos desafíos.

Para poner en perspectiva, estas cifras en euros equivaldrían aproximadamente a un 6,81%, dado que la tasa de cambio actual oscila alrededor de 1 USD = 0,90 EUR.

Esto significa que, en términos de euros, la tasa hipotecaria promedio sería de aproximadamente 6,13%. Históricamente, estas tasas se han mantenido en niveles relativamente bajos en comparación con décadas pasadas, cuando en los años 80, las tasas superaban ampliamente el 10%.

Sin embargo, en los últimos años, las tasas han fluctuado, impulsadas por decisiones de política monetaria y condiciones macroeconómicas.

A lo largo de 2025, las tasas han mostrado una tendencia estable, con valores que han oscilado entre el 6,62% y el 7,04%, dependiendo de la región y las condiciones específicas del mercado.

Sin embargo, a pesar de esa relativa estabilidad, el mercado inmobiliario no logra captar un impulso positivo. La temporada de ventas primaveral, que tradicionalmente es una de las más activas del año, parece estar perdiendo fuerza. Aunque en marzo se registraron números sólidos en la firma de contratos, las señales en abril fueron menos alentadoras, en gran parte debido a las decisiones del gobierno estadounidense de implementar nuevas tarifas aduaneras, lo que generó incertidumbre en los mercados y en los consumidores.

Jeff Lichtenstein, propietario de Echo Fine Properties en Florida del Sur, informó a principios de abril que la actividad en el mercado se había desacelerado notablemente.

Datos recientes de Redfin, una de las principales agencias inmobiliarias del país, confirman esta tendencia. En las cuatro semanas que terminaron el 11 de mayo, las firmas de contratos de compra alcanzaron los niveles más bajos desde el inicio de la pandemia, excluyendo el confinamiento de 2020.

Según el informe, en varias regiones, incluyendo Oregón, Carolina del Norte, Texas y Ohio, algunos compradores están desistiendo por temor a la situación económica futura.

Por otra parte, el informe de Ventas de Propiedades Pendientes de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por sus siglas en inglés) se publicará a finales de mayo y ofrecerá una visión más clara sobre el estado de la actividad en el mercado.

En ciudades como Austin, Texas, la situación muestra un equilibrio relativo. Aaron Farmer, corredor de Rudder Realty, señala que existe un inventario considerable en un mercado que fue uno de los más dinámicos durante la pandemia.

Aunque los precios son elevados, la demanda todavía mantiene cierta estabilidad, especialmente entre compradores que buscan segundas o terceras viviendas.

Una señal alentadora es que el nivel de tasas por encima del 6% ya no genera tanto rechazo como en años anteriores. Según Farmer, los compradores parecen menos sensibles a las tasas altas y están dispuestos a seguir adelante con sus compras.

Desde un punto de vista histórico, las tasas hipotecarias han sido un indicador clave del ciclo económico y del mercado inmobiliario. En los años 70 y 80, tasas elevadas frenaron la compra de viviendas, pero también impulsaron la construcción y las inversiones. En la actualidad, los bancos centrales en todo el mundo están ajustando sus políticas para controlar la inflación, lo que influye directamente en las tasas de interés y, por ende, en las decisiones de los consumidores.

En conclusión, aunque las tasas hipotecarias continúan en ascenso, la percepción del mercado y la demanda de viviendas aún muestran cierta resiliencia.

Sin embargo, si las tasas siguen aumentando, es probable que veamos una mayor desaceleración en las ventas y en la actividad del mercado inmobiliario en los próximos meses, poniendo en jaque la temporada de ventas de primavera y afectando las decisiones de compra de muchos estadounidenses.