Supuestamente, General Motors ha establecido un acuerdo para reciclar baterías de autos eléctricos y utilizarlas en sistemas de almacenamiento energético que alimentan centros de inteligencia artificial, fortaleciendo la infraestructura energética en Estados Unidos. La compañía ha colaborado con Redwood Materials y Crusoe para ampliar su impacto en la sostenibilidad y la innovación tecnológica.

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La iniciativa, que se enmarca en la tendencia global hacia la economía circular y la independencia energética, busca aprovechar al máximo los recursos de las baterías de segunda vida, contribuyendo al mismo tiempo a la resiliencia de la red eléctrica en Estados Unidos.

Según fuentes cercanas a la compañía, GM ha llegado a un acuerdo no vinculante con Redwood Materials, una empresa fundada por el ex CTO de Tesla, JB Straubel, especializada en la recuperación y #reciclaje de materiales de baterías.

Este acuerdo contempla la reutilización de baterías de segunda mano procedentes de los vehículos eléctricos de GM, que podrían ser utilizadas para alimentar centros de datos y microredes en diferentes estados.

La colaboración también incluye a Crusoe, una compañía que desarrolla infraestructura de inteligencia artificial, que aprovechará estos sistemas de almacenamiento para sus operaciones.

El acuerdo, presuntamente, amplía la colaboración previa que GM y Redwood Materials habían establecido en mayo de 2024, cuando anunciaron la integración de los residuos de producción de las plantas de baterías Ultium en sistemas de almacenamiento energético.

Estas plantas, ubicadas en Warren, Ohio y Spring Hill, Tennessee, producen las celdas de batería utilizadas en los vehículos eléctricos de GM, así como en otros proyectos de reciclaje.

Supuestamente, las baterías de segunda vida que reutilizará GM tienen un potencial de almacenamiento que puede alcanzar los 12 megavatios en potencia instantánea, con una capacidad total de 63 megavatios-hora, según datos de la compañía.

Este tipo de sistemas es fundamental para fortalecer la infraestructura energética y garantizar un suministro más estable y eficiente, especialmente en un contexto donde la demanda de electricidad continúa creciendo.

Kurt Kelty, vicepresidente de baterías y #sostenibilidad de GM, afirmó que "el mercado de baterías a escala de red y respaldo energético no solo está creciendo, sino que se está convirtiendo en una infraestructura esencial".

El reciclaje de baterías también tiene un componente económico y estratégico

El reciclaje de baterías también tiene un componente económico y estratégico. Redwood Materials, que también trabaja con Toyota, Ford, Volvo, Volkswagen y Audi, se dedica a extraer litio, níquel y cobalto de baterías usadas, transformándolos en materiales reutilizables para nuevas celdas.

La compañía ha realizado inversiones millonarias en expandir sus capacidades en Michigan y Nevada, donde produce baterías para almacenamiento y vehículos.

Según expertos, como Tony Flanagan de AlixPartners, esta tendencia de alianzas entre fabricantes y recicladores es todavía incipiente en Norteamérica.

La inversión necesaria para poner en marcha operaciones de reciclaje a gran escala es significativa, y el mercado aún no está claro en cuanto a los beneficios económicos a largo plazo.

Sin embargo, se espera que para 2030, la capacidad de reciclaje en EE. UU. triplique, aunque todavía representará solo un 10% del mercado global, donde China domina con alrededor del 70%.

En el ámbito de los vehículos eléctricos, la duración de las baterías aún presenta incertidumbres. Según Liz Najman, experta en mercado de baterías, en 2025 los autos producirán baterías con una carga media de 93 kilovatios-hora, y cuando estas alcanzan aproximadamente el 70% de su capacidad, se consideran en su fin de vida útil en los autos.

Sin embargo, no todos los vehículos usan baterías en iguales condiciones, y algunas pueden seguir funcionando otros 10 a 20 años en sistemas de microredes.

Este tipo de microredes, impulsadas por baterías de segunda mano y nuevas, representan una alternativa más resistente y económica frente a las redes tradicionales, y presuntamente, ayudan a reducir la dependencia de las utilities reguladas por el estado.

La experiencia en Europa y China muestra que las alianzas en reciclaje y almacenamiento de baterías están en auge, con perspectivas de crecimiento acelerado en los próximos años.

Supuestamente, la apuesta de GM por reutilizar baterías no solo busca reducir costos y mejorar la sostenibilidad, sino también fortalecer su liderazgo en innovación y en el mercado de movilidad eléctrica.