El presidente Donald Trump anunció un acuerdo comercial con el Reino Unido, la primera negociación desde la imposición de aranceles en abril. Aunque promete beneficios, expertos advierten que los consumidores podrían experimentar aumentos en los precios debido a los aranceles existentes y limitados cambios en la tarifa. ¿Qué impacto tendrá este acuerdo en la economía y en los bolsillos de los hogares?

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En un movimiento que ha generado gran expectativa en el ámbito económico, el presidente Donald Trump anunció la firma de un acuerdo comercial con el Reino Unido, marcando la primera negociación de este tipo desde que se implementaron aranceles agresivos en abril pasado.

Este acuerdo busca reducir ciertos aranceles en sectores clave y facilitar la exportación de productos estadounidenses hacia el Reino Unido, además de ofrecer ventajas para algunos sectores específicos.

El acuerdo incluye la reducción de aranceles sobre automóviles y acero, permitiendo que ciertos vehículos de lujo británicos, como Rolls-Royce, Bentley y Jaguar, puedan ingresar a Estados Unidos con una tarifa reducida del 10% en los primeros 100,000 autos importados anualmente.

Asimismo, la exención de tarifas del 25% en el acero y aluminio provenientes del Reino Unido beneficiaría a industrias que utilizan estos metales en su producción, como la construcción y la fabricación de vehículos.

Sin embargo, el impacto real en los precios de los consumidores estadounidenses aún genera incertidumbre. La economía de EE.UU. mantiene un superávit comercial con el Reino Unido, con exportaciones que rondan los 55 mil millones de euros (unos 60 mil millones de dólares) en 2024, y una importación de bienes británicos por aproximadamente 46 mil millones de euros (50 mil millones de dólares).

La mayoría de los productos importados, como automóviles, maquinaria y dispositivos médicos, siguen enfrentando aranceles del 10%, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores.

Expertos señalan que, aunque el acuerdo no resolverá todos los problemas relacionados con los aranceles, sí representa un paso hacia una mayor apertura comercial.

Según Gary Hufbauer, economista del Peterson Institute, esta negociación podría ser una señal de que se avecinan más acuerdos comerciales, especialmente con países como China, que actualmente enfrenta aranceles del 145% en muchos productos y envía bienes por un valor de aproximadamente 400 mil millones de euros anuales a EE.UU.

Históricamente, las políticas proteccionistas implementadas en los últimos años han generado tensiones en las relaciones internacionales y han contribuido a una mayor volatilidad en los mercados globales.

La tendencia a imponer aranceles y restricciones ha sido criticada por economistas que advierten que estas medidas pueden disminuir la confianza en el comercio internacional y afectar el crecimiento económico a largo plazo.

Para los consumidores, la realidad es que muchos productos importados seguirán siendo más caros debido a los aranceles existentes, aunque algunos sectores beneficiados podrían experimentar una reducción en los costos, como el automotriz de lujo y ciertos insumos industriales.

La expectativa es que, en el mediano plazo, estos cambios puedan traducirse en precios ligeramente más bajos en ciertos segmentos, pero sin una solución definitiva a la inflación provocada por las tarifas.

En conclusión, el acuerdo entre EE.UU. y Reino Unido es visto por algunos como un signo de que la política comercial de la administración Trump podría estar suavizándose, lo cual podría abrir camino a más negociaciones y acuerdos en los próximos años.

Sin embargo, para la mayoría de los consumidores, el impacto inmediato será limitado y los precios en las tiendas seguirán siendo una preocupación importante.

La historia de las relaciones comerciales entre ambas naciones demuestra que, aunque los acuerdos pueden ofrecer beneficios económicos, también es fundamental gestionar los riesgos asociados a los aranceles y las políticas proteccionistas que, en el pasado, han generado tensiones y desacuerdos en el comercio internacional.