Una operación conjunta entre las autoridades españolas e irlandesas ha culminado en la detención de 20 individuos involucrados en una red de tráfico de drogas que operaba entre Castellón y Dublín.

El 26 de marzo de 2025, una operación coordinada por la Agencia Tributaria, la Guardia Civil y Europol ha dado un golpe significativo al tráfico internacional de drogas, desmantelando una organización criminal que estaba enviando grandes cantidades de estupefacientes desde diversas localidades en España hacia Dublín, Irlanda.
En este operativo, conocido como 'Pereira/Croche', se lograron la detención de 20 individuos y la incautación de más de 200 kilos de marihuana y 300 kilos de cocaína.
La organización desarticulada tenía su base principal en Castellón de la Plana, donde mantenía una nave industrial que servía para empaquetar y ocultar las drogas en vehículos adaptados para el contrabando.
La investigación reveló que el grupo había estado operando desde finales de 2023, cuando las autoridades comenzaron a rastrear sus actividades. A lo largo del tiempo, este grupo demostró ser altamente experimentado y adoptó numerosas medidas para eludir la detección, como la creación de sofisticados dobles fondos en los vehículos utilizados para el transporte de la droga, conocidos como 'caletas'.
Este grupo no solo se caracterizaba por su capacidad para manejar grandes volúmenes de droga, sino que también contaba con un considerable respaldo económico, lo que les permitía operar con cierto nivel de impunidad y hacer acuerdos con otras personas para facilitar sus operaciones.
Se detectó que la red se extendía no solo a Castellón, sino también a la Región de Murcia y Málaga.
Los envíos de drogas eran cuidadosamente planificados. Utilizaban vehículos turísticos y camiones, que salían de su base con cargas parcialmente legales para engañar a las autoridades. Una vez que el camión salía hacia Francia, donde se combinaba con otras mercancías antes de hacer el último tramo del viaje hacia Irlanda, las autoridades irlandesas, coordinadas con Europol, jugaron un papel crucial en la recopilación de información y en la ejecución de las operaciones de detención.
Además de la droga, se incautaron otros bienes valorados en más de un millón de euros, incluyendo 12 automóviles de alta gama, 4 camiones de transporte internacional, 35.000 euros en efectivo, una pistola con munición, 4 ordenadores y 35 teléfonos móviles. Estos elementos destacan la magnitud de la operación y el carácter organizado de la red criminal.
Las detenciones tuvieron lugar simultáneamente en España e Irlanda, resultando en la captura de varios miembros clave del grupo, incluidos el líder de la operación en Irlanda y otras figuras importantes.
Los detenidos, que tienen edades comprendidas entre los 30 y 50 años y pertenecen a diversas nacionalidades, se enfrentan a cargos relacionados con el tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y tenencia ilegal de armas.
Este tipo de operaciones es un recordatorio de la constante lucha de las autoridades contra el tráfico de drogas, un problema que ha afectado a múltiples generaciones y regiones, hallándose a menudo en la mirada atenta de los medios y la sociedad.
El impacto del narcotráfico no solo afecta a los sistemas legales de los países involucrados, sino que también tiene profundas implicaciones sociales y económicas.