Los recortes en el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) pueden agravar la crisis de vivienda en Estados Unidos, advirtieron expertos.

La reciente decisión del gobierno de reducir personal en el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) ha generado una ola de preocupación entre los expertos en vivienda y líderes comunitarios.

Estas acciones se producen en un momento crítico, ya que la crisis de vivienda afecta a millones de estadounidenses en todo el país. Según informes, el HUD, encargado de supervisar programas esenciales que ayudan a las familias a acceder a viviendas asequibles, se encuentra ya operando con recursos limitados.

Rachel Heller, directora ejecutiva de la Asociación de Vivienda y Planificación de Massachusetts (CHAPA), expresó su temor por el impacto que estos recortes tendrán en la disponibilidad de recursos para quienes más lo necesitan.

"La vivienda es inasequible para todos, independientemente de su nivel de ingresos. Esperamos que el gobierno federal haga más, no menos, en este momento crítico", afirmó Heller.

Entre los programas más importantes que podrían verse afectados están el Programa de Cupones para Elección de Vivienda, que actualmente ayuda a 2,3 millones de hogares a alquilar viviendas a precios de mercado, y el Programa de Asociaciones de Inversión en Vivienda (HOME), que apoya la construcción y preservación de viviendas asequibles.

Estos programas son vitales para comunidades de alto costo habitacional, como Bend, Oregón, donde la alcaldesa Melanie Kebler advirtió que los recortes presupuestarios devastarán a las familias vulnerables.

"Los cupones y programas financiados por HUD son críticos para mantener a los veteranos, niños y familias en sus hogares, y ayudar a las personas sin hogar a encontrar un lugar donde vivir", añadió Kebler.

Un portavoz de HUD comentó que el departamento sigue las directrices de la administración mientras se esfuerza por mantener su misión de servir a comunidades rurales, tribales y urbanas.

Sin embargo, muchos sostienen que sin el personal adecuado, los fondos destinados a estos programas no se distribuirán efectivamente. Patricia Kidd, directora ejecutiva del Centro de Recursos de Vivienda Justa de Ohio, destacó que la financiación pública es fundamental para la aplicación de leyes de vivienda justa y programas de estabilidad habitacional.

"Muchos residentes en nuestra región están sobrecargados de alquileres y la mayoría de los ancianos que atendemos ya no pueden permitirse vivir en sus hogares", comentó Kidd.

En Morehead, Kentucky, Tom Manning-Beavin, presidente de Frontier Housing, también expresó su preocupación por la reducción de recursos y cómo esto afectará los esfuerzos de recuperación tras desastres naturales, como las inundaciones devastadoras que sufrió la región en 2022.

Los datos son claros: aproximadamente 16 millones de hogares de bajos y medianos ingresos están sobrecargados por los costos de vivienda y no reciben asistencia federal.

A medida que los precios de la vivienda continúan aumentando, la presión financiera sobre las familias también lo hace, lo que podría llevar a una crisis aún mayor si no se toman medidas inmediatas.

La historia ha demostrado que en tiempos de crisis, el apoyo gubernamental es crucial. En este contexto, muchos coinciden en que HUD necesita más recursos, no menos, para abordar las crecientes necesidades de vivienda en el país. Si bien la administración trata de implementar recortes, el resultado podría ser un deterioro significativo de las condiciones de vida para muchos estadounidenses, haciendo que la lucha por una vivienda asequible sea cada vez más difícil.