El piloto Mariano Werner llega con toda la intensidad al autódromo de Buenos Aires para lograr la clasificación a la etapa final del Turismo Carretera, enfrentando problemas técnicos y con la esperanza intacta de avanzar en el torneo.

Werner, piloto destacado en la categoría y tricampeón, atraviesa un momento desafiante debido a problemas mecánicos que le han impedido sumar puntos en algunas carreras decisivas.
En particular, Werner ha enfrentado reiterados inconvenientes con las bujías de su auto, un problema que ha persistido en diferentes competencias, incluyendo Termas de Río Hondo, La Pampa y Concepción del Uruguay.
Este problema técnico le costó abandonar en la última carrera en El Desafío de las Estrellas, tras 47 vueltas de lucha. Sin embargo, a pesar de las dificultades, el piloto mantiene una actitud de trabajo arduo y compromiso total con su equipo, el Fadel Montanari Racing, que ha estado trabajando a fondo para solucionar cada detalle y optimizar el rendimiento del vehículo.
La importancia de esta carrera va más allá de una simple competencia; es la última oportunidad para muchos de los pilotos que buscan asegurar un lugar en los playoffs.
Werner, con un historial de triunfos y un carácter ganador, expresa que siempre pone su esfuerzo y atención en los detalles, incluso en momentos delicados como estos.
“Creo que en los instantes donde no estamos en el mejor momento, es cuando más hay que meterse en los detalles, acompañar al equipo y analizar todo.
Siempre esa cuota de trabajo en equipo me ha rendido frutos”, comenta.
A sus 37 años, Werner ha demostrado ser uno de los pilotos más experimentados y rápidos del #automovilismo argentino. Aunque actualmente está en la posición 17° del torneo, a 15.5 puntos del último clasificado si el campeonato terminara en ese momento, no pierde la esperanza. “Hemos sido irregulares durante el año y eso nos ha costado, pero todavía estamos con chances. En esta categoría, la diferencia puede ser mínima y todo puede cambiar en una sola carrera. Por eso, en este fin de semana voy con toda la actitud, con el mejor auto posible y toda la energía puesta en clasificar”, afirma.
Uno de los factores clave para Werner será aprovechar al máximo su auto, y para ello, ha preparado un nuevo vehículo para esta competencia. “Venimos con lo mejor que tenemos, sin descansar en la preparación, porque esto puede marcar la diferencia en la clasificación”, explica.
Además, Werner no solo centra su motivación en lo deportivo; tiene en sus hijos, Salvador y Rafael, el motivo adicional que lo impulsa a dar lo mejor en cada carrera.
Lo acompaña en varias oportunidades y ya ha mostrado interés en seguir sus pasos en el automovilismo
Su hijo Salvador, de 8 años, lo acompaña en varias oportunidades y ya ha mostrado interés en seguir sus pasos en el automovilismo. Werner comenta con orgullo: “Ellos dicen que soy su cábala porque siempre que lo han venido a visitar, ganamos. La energía que transmiten es muy importante para mí, y espero poder celebrar con ellos en el podio este fin de semana”.
El automovilismo en Argentina lucha contra los desafíos y las adversidades que presenta la actualidad, pero sigue consolidando ídolos y manteniendo viva la pasión.
La categoría del Turismo Carretera, con una historia que data de más de 80 años, sigue siendo uno de los pilares del deporte motor en el país, con carreras que generan pasión y debates en todas las regiones.
A nivel histórico, destacar que pilotos como Juan Manuel Fangio y Carlos Reutemann forjaron sus carreras en competiciones similares, dejando un legado que aún inspira a nuevas generaciones.
La actualidad muestra que, a pesar de las dificultades mecánicas y la competencia feroz, el espíritu del automovilismo argentino sigue intacto, con corredores que trabajan con dedicación y que sueñan con conquistar la gloria en cada competencia.
En conclusión, #Mariano Werner encara la última etapa de la fase regular del #Turismo Carretera con la firme convicción de que puede revertir su situación y clasificar a la Copa de Oro.
A pesar de los obstáculos técnicos y la complejidad del torneo, su espíritu de lucha y la preparación meticulosa hacen que sus posibilidades sigan abiertas.