En un emocionante partido por la Copa Libertadores, San Lorenzo logró un empate 1-1 frente a Atlético Mineiro, lo que complicó su avance en la competencia.

San Lorenzo tenía la firme intención de rendir un merecido homenaje en el décimo aniversario de la conquista de su primera y única Copa Libertadores, buscando obtener un triunfo en el partido de ida de los octavos de final en su propio estadio.

El equipo mostró un juego sobresaliente durante gran parte del encuentro contra el Atlético Mineiro, dirigido por Gabriel Milito, que a pesar de haber sido considerado un rival difícil, no logró imponer su dominio.

Sin embargo, un error del arquero Facundo Altamirano permitió a los brasileños igualar el marcador 1-1, lo que obliga al Ciclón a buscar la victoria en el próximo partido en Brasil, programado para el martes.

En medio de un contexto institucional y deportivo inestable, el entrenador Romagnoli logró motivar a sus jugadores, quienes mostraron una actitud renovada del sábado al martes.

San Lorenzo se presentó como un equipo sólido, ejerciendo una presión intensa y aprovechando cada oportunidad para hacer daño al arco rival.

Desde el inicio del encuentro, el equipo local se mostró decidido a marcar la diferencia en el marcador.

El Ciclón, fiel a su apodo, abrumó a un Atlético Mineiro que presentó un rendimiento inferior sin la presencia de sus estrellas, Hulk y Vargas, ambos ausentes por lesiones.

San Lorenzo entendió que el momento era crucial y se esforzó al máximo para imponerse en su estadio, ubicado en el barrio de Boedo.

El director técnico Pipi Romagnoli dispuso una alineación 4-1-4-1, diseñada para limitar el accionar de los extremos brasileños.

Con Iván Leguizamón y Matías Reali cubriendo los laterales, lograron reducir el potencial ofensivo de los visitantes.

Durante los primeros minutos, San Lorenzo dominó el juego, ganando la mayoría de los duelos y sorprendiendo a la defensa del Mineiro.

El equipo argentino se mostró combativo, con jugadores como Eric Remedi regresando de una lesión y aportando su esfuerzo en el centro del campo.

Elian Irala también se destacó, contribuyendo en la recuperación del balón y asistiendo a sus compañeros en ataque.

Alexis Cuello, un verdadero gladiador, luchó intensamente contra la defensa rival y logró capitalizar una excelente asistencia de Matías Reali, anotando el primer gol del partido.

Este momento generó un gran júbilo entre los aficionados, que esperaban ver a su equipo continuar en ventaja.

Sin embargo, el único remate peligroso de Atlético Mineiro llegó cuando Paulinho disparó y su tiro rebotó en el arquero Altamirano.

Con el paso de los minutos, el desgaste físico del Ciclón se hizo notar, y los brasileños comenzaron a hacerse con el control del balón.

El intermedio fue crucial para que San Lorenzo recargara energías, aunque también hubo un cambio obligado cuando Remedi fue sustituido por Santiago Sosa.

Cuando parecía que San Lorenzo podría mantener su ventaja, Altamirano se equivocó en un rebote que fue aprovechado por Paulinho, quien anotó el gol del empate.

Este acontecimiento desdibujó la moral del equipo local, que a pesar de intentar una leve reacción en los minutos finales, no pudo conseguir un segundo gol.

Ahora, San Lorenzo deberá encontrar la forma de superar al Mineiro en su visita a Brasil, enfrentando un desafío que se antoja complicado pero no imposible.