Ignacio Mendy, un joven talento del rugby argentino, comparte su experiencia de transición desde el fútbol a los Pumas y su deseo de dejar huella en el deporte.

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En el ámbito del rugby argentino, Ignacio Mendy ha comenzado a hacerse un nombre tras dejar el fútbol.

Originario de la categoría 2000 de Estudiantes de La Plata, Mendy es uno de los ejemplos de cómo el deporte puede ofrecer múltiples caminos para los jóvenes.

Junto a figuras como Matías Pellegrini y Benjamín Rollheiser, ambos de renombre en el fútbol, representaron el talento que se gestaba en el club.

Sin embargo, Mendy decidió cambiar su trayectoria y adentrarse en el mundo del rugby.

Durante su tiempo en Estudiantes, Mendy soñaba con la posibilidad de jugar en la primera división del club.

Sin embargo, esa aspiración se desvaneció cuando fue excluido de los 23 seleccionados que disputarían un importante encuentro contra Australia.

A pesar de esta decepción, la pasión por el rugby lo llevó a un nuevo destino, ahora defendiendo los colores del Benetton Rugby en Italia, donde se ha establecido como un jugador profesional.

Mendy no es un desconocido en el ámbito deportivo, ya que es hijo de Cristian Mendy, quien también fue un Puma, debutando en 1987. A lo largo de su carrera, Cristian acumuló 17 partidos con la selección argentina, siendo recordado especialmente por un try contra Australia en 1991, momento que sigue resonando entre los aficionados del rugby nacional.

Esta historia familiar de dedicación al deporte ha influenciado a Ignacio en su propia carrera.

Reconoce que la decisión de cambiar de deporte no fue fácil.

En sus propias palabras: “La realidad es que no me gustó la exigencia que empezó a tener el fútbol”. Tras un periodo en el fútbol, donde jugaba como mediocampista, se decidió a optar por el rugby, haciendo el cambio en un club local, Los Tilos.


Este club, uno de los tres conocidos por promover el rugby en La Plata, fue el escenario donde Mendy comenzó a destacar.

Mendy confiesa que su recorrido en el rugby ha sido enriquecedor.

Desde su primera convocatoria a Los Pumas en 2021, bajo la dirección de Mario Ledesma, ha continuado formándose y adaptándose en cada sesión de entrenamiento.

A pesar de los altibajos, como no ser convocado nuevamente durante la etapa de Michael Cheika, nunca perdió la esperanza.

Felipe Contepomi lo volvió a tener en cuenta y vio en él el potencial que muchos han elogiado.

El deseo de Mendy de competir y ser parte del equipo se refleja en su trabajo diario.

“Estoy muy contento de volver al plantel.

He estado entrenando solo en La Plata y regresar con los chicos es una felicidad total”, afirma con entusiasmo.

Su visión para el futuro es clara: aprender de sus compañeros, crecer dentro del equipo y, sin duda, aportar al éxito del grupo.

En esta nueva etapa, Ignacio Mendy se aferra a la oportunidad de demostrar su valía en el rugby argentino, sintiéndose más emocionado por lo que puede llegar a ser como jugador que por aquello que dejó atrás.

Su historia es un inspirador ejemplo de la chispa y el compromiso que los jóvenes deportistas pueden tener al seguir su propia pasión.