El uruguayo Gastón Martirena se convirtió en protagonista de la final de la Sudamericana, llevando a Racing a la victoria con un gol memorable.

Desde sus primeros pasos con una pelota en los pies, Gastón Martirena siempre soñó con ser un día el protagonista de un partido importante.

Nacido en Montevideo el 5 de enero de 2000 y conocido como "Oreja" durante su paso por el Liverpool uruguayo, ese sueño se hizo realidad.

"Es una emoción enorme escuchar gritar a la gente 'uruguayo, uruguayo'. Soñaba con esto y he trabajado duro para seguir creciendo.

No puedo conformarme; debo seguir adelante con los pies bien plantados en la tierra", declaró a Clarín tras el memorable triunfo de Racing en La Nueva Olla de Asunción.

La historia de Martirena no siempre fue fácil.

A su llegada a Racing en julio de 2023, bajo la dirección de Fernando Gago, no logró obtener muchas oportunidades.

Seis meses después, se convirtió en el héroe de la final de la Copa Sudamericana, marcando un gol que será recordado con admiración.

Gustavo Costas, el actual entrenador, recordó los retos de Martirena al inicio de su carrera en Racing: "Lo criticaban mucho y había perdido su lugar como titular, pero siempre creí en su capacidad para mejorar.

Hoy en día, puede ser comparado con Cafú, subiendo al ataque y corrigiendo muchas de sus debilidades".

Durante su paso por Liverpool, Jorge Bava fue uno de los pocos que vio un gran potencial en Martirena.

En una entrevista en julio de 2023, lo describió como el mejor lateral de Uruguay en los últimos dos años, destacando su mejora en defensa y su juego aéreo.

"Es un jugador que puede sobresalir en Argentina, donde el fútbol es mucho más dinámico.

En ese contexto, se adapta perfecto, corriendo intensamente durante todo el partido", afirmó Bava.

El apoyo de sus compañeros también fue fundamental.

Tras el primer gol que anotó con Racing, Carlos Núñez, exjugador y compatriota, se comunicó con él en Instagram: "Te uniste al club más grande y a la hinchada más hermosa que siempre está presente, incluso en las malas.

Disfruta de tu tiempo en Racing, porque ese club no es para cualquiera".

Martirena no solo se quedó con las palabras de ánimo; también experimentó una transformación personal.

Al llegar al club, le dieron varios apodos, desde "Oreja" a "Cuca-Trap", generando un vínculo especial entre los jugadores.

"La confianza fue clave; estoy contento por lo que hemos logrado.

Este título es muy importante tanto para el club como para mí", compartió Martirena, aún asimilando el triunfo.

El vínculo del jugador con sus aficionados es notable.

Martirena se encontró con hinchas que hicieron grandes sacrificios para estar en la final, como el caso de José González, quien organizó una rifa para asistir al partido.

Como gesto de gratitud, Martirena donó 150 mil pesos al aficionado para ayudarlo, reflejando su generosidad y conexión con la hinchada.

Por otro lado, su gol en la final, que fue un centro potente que terminó en la red, se erige como un momento histórico.

"Quise centrar, pero le pegué tan bien que terminó entrando", confesó. En medio del festejo, dedicó el gol a su mujer, Sol Castro, quien pronto se convertirá en madre.

Esto añade otro nivel de alegría a sus logros recientes en el fútbol, donde se entrelazan tanto la vida profesional como la personal.

Gastón Martirena se queda así en la memoria de Racing, no solo por su habilidad en el campo, sino por su gran corazón fuera de él.