El equipo de Guardiola continúa con una racha negativa tras empatar 1-1 contra el Everton en un Boxing Day complicado.

El Manchester City, dirigido por Pep Guardiola, enfrenta un momento cada vez más crítico en la temporada, tras empatar 1-1 en casa frente al Everton durante el tradicional 'Boxing Day', una celebración muy esperada por los aficionados de la Premier League.

Este resultado agrava una racha que ya es alarmante, ya que el equipo ha conseguido solo un triunfo en sus últimos trece encuentros, sumando un total de nueve derrotas y tres empates.

El encuentro tuvo lugar en el estadio Etihad de Manchester, un escenario que anteriormente era considerado una fortaleza inquebrantable, pero que ahora se ha convertido en un lugar de frustración para los locales.

Desde el inicio del partido, el City mostró sus intenciones de conseguir la victoria para calmar los temores que invaden a sus seguidores.

Fue el portugués Bernardo Silva quien abrió el marcador para los 'Citizens' con un buen centro que se desvió en un defensor, superando al arquero Jordan Pickford.

Sin embargo, la alegría del gol duró poco tiempo.

El Everton, un equipo que lucha por escapar de la zona de descenso, no se dejó amedrentar y respondió con igual fuerza.

En el minuto 36, el delantero Iliman Ndiaye encontró un rebote en el área y ejecutó un remate potente que se coló inalcanzable por el costado izquierdo de la portería defendida por Stefan Ortega.

Este gol provocó el regreso de los murmullos entre los aficionados del City, que empezaban a sentirse inquietos ante la posibilidad de una nueva decepción.

En la segunda mitad, las oportunidades comenzaron a acumularse para el equipo local, que recibió un respiro cuando un defensor del Everton cometió un penalti.

Sin embargo, la suerte del City seguía de capa caída: Erling Haaland, estrella del equipo, falló el lanzamiento desde los once metros cuando su disparo fue atajado por Pickford.

Esta situación se convierte en un símbolo del mal momento que vive el conjunto británico, que se manifiesta en los números del delantero noruego, quien tras un inicio impresionante en el Borussia Dortmund, ahora apenas ha marcado tres goles en los últimos trece partidos.

Incluso la entrada de Kevin De Bruyne, uno de los jugadores más destacados del equipo, no logró cambiar la dinámica del partido.

Pep Guardiola, visible frustrado, observó desde la línea de banda, lamentándose en varias ocasiones y mostrando su descontento con el rendimiento del equipo.

Al final del encuentro, el Everton estuvo cerca de llevarse los tres puntos con un contragolpe, pero el resultado se mantuvo en un empate que sabe a derrota para el Manchester City.

Con este empate, el equipo dirigido por Guardiola suma 28 puntos, manteniéndose en una posición complicada, que podría dejarlo fuera de la clasificación para competiciones europeas si su rendimiento no mejora.

La brecha con la cima de la tabla se ha ampliado a once puntos y podría llegar a ser catorce si Liverpool vence al Leicester City en su próximo partido.

La situación actual del Manchester City es como una pesadilla que parece no tener fin y que requiere urgente atención para recuperar su estatus en el fútbol inglés.