El cubano Mijaín López se consagra campeón en París 2024, logrando su quinto título consecutivo en lucha grecorromana y ampliando su legado en el deporte.
El Champ-de-Mars Arena, ubicado en el Distrito 7 de París, fue el escenario de un evento sin precedentes en el olimpismo, donde el cubano Mijaín López Núñez se proclamó campeón en la categoría superpesado (130 kilos) de lucha grecorromana.
Con este triunfo, logró su quinto oro consecutivo en esta disciplina, estableciendo un hito que lo convierte en el primer hombre en la historia de un deporte individual en alcanzar tal hazaña.
A sus casi 42 años, el luchador cerró su carrera profesional con broche de oro, a tan solo dos semanas de cumplir años.
"Después de tantos años, anhelo estar con mi familia", declaró López un mes antes de su última competencia, anticipando su retiro tras los Juegos Olímpicos.
Su camino hacia la final fue poco complicado; eliminó a rivales de renombre como el surcoreano Seung-chan Lee, el iraní Amin Mirzazadeh y el azerí Sabah Shariati.
En un momento culminante, el Gigante de Herradura, como también se le conoce, se enfrentó en la final a Yasmani Acosta, otro cubano que compite representando a Chile.
La pelea finalizó con un contundente 6-0 a favor de López.
Para Acosta, López ha sido no solo una inspiración y un mentor, sino también el culpable de que no pudiera competir en diversas ediciones de los Juegos Olímpicos, dado que durante muchos años el lugar en su categoría estaba reservado para el cubano.
Con su victoria en París, Mijaín López extendió su récord a 20 combates invicto en la historia olímpica.
Desde su debut en unos Juegos en 2004, cuando solo fue derrotado por el ruso Khasan Baroyev en Atenas, López ha sido una figura dominante en su disciplina.
Se consagró por primera vez en Pekín en 2008, donde se tomó una revancha contra Baroyev, y continuó su gloria en Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020, donde sorprendió a todos al no conceder un solo punto en sus cuatro luchas.
A lo largo de su carrera, López ha admirado a grandes atletas olímpicos, y se unió a un exclusivo club de deportistas que han ganado cuatro oros consecutivos incluyendo a leyendas como el estadounidense Michael Phelps en natación.
Su éxito, sin embargo, no llegó sin sacrificios.
Desde su nacimiento en Pinar del Río y su entrada en el mundo de la lucha a los 10 años, Mijaín ha dedicado casi tres décadas a perfeccionar su técnica y habilidades.
En varios momentos, enfrentó la presión de ser considerado para el retiro, pero siempre ha sabido cuándo es el momento adecuado para continuar.
Por su parte, Yasmani Acosta, quien tuvo que abandonar Cuba en busca de oportunidades en Chile, recordó que "Mijaín es el mejor del mundo". El luchador abandonó la delegación cubana en 2015 y, luego de un tiempo alejado de la competencia, logró representar a Chile conquistando varias medallas.
Ahora, en París, tuvo la oportunidad de pelear en la final contra su ídolo.
"Fue una lucha muy hermosa; siempre lo he admirado", expresó Acosta tras el combate.
López, quien también fue abanderado de la delegación cubana por quinta vez en la inauguración de estos Juegos, demostró que la racha de éxitos de Cuba en la lucha grecorromana sigue viva gracias a su incansable dedicación y espíritu competitivo.
Su trayectoria no solo ha puesto a Cuba en la cima del olimpismo, sino que también ha inspirado a generaciones futuras de atletas.